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Ausangate, a punto de ser declarada Área de Conservación Regional 

Apu Ausangete , el apu tutela de Cusco. Foto: SPDA

La futura Área de Conservación Regional Ausangate, cuya aprobación está en manos de la Presidencia de Consejos de Ministros, busca conservar los siete nevados y un glaciar que descansan sobre el lomo de la Cordillera de Vilcanota, en Cusco. Son estos ecosistemas los que proveen agua a varios pueblos cusqueños y a la Central Hidroeléctrica de Machupicchu.     

Aparte de Machu Picchu y el Valle Sagrado de los Incas, existen otros impresionantes lugares en Cusco que hacen de este lugar una de las regiones más visitadas del país. Por ejemplo, el Ausangate, una inmensa cadena de nevados y glaciares que está a casi nada de convertirse en la nueva Área de Conservación Regional (ACR). 

Propuesta de protección aguarda declaratoria hace una década . Foto: Otto Alegre SPDA

Sobre este último punto conversamos con Ronald Catpo, director de Áreas para la Conservación de la Asociación para la Conservación de la Cuenca Amazónica – ACCA, quien nos adelantó que la propuesta de creación de ACR Ausangate ya se encuentra en manos de la Presidencia de Consejos de Ministros (PCM) para su aprobación final. Luego de más de 10 años de esfuerzo y lucha constante, Ausangate podría estar lista antes de fin de año, siendo la tercera ACR instaurada en Cusco, después de Choquequirao y Tres Cañones.

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La futura área de conservación se encuentra dentro de los distritos de Ocongate, Pitumarca y Checacupe, en las provincias de Quispicanchi y Cachis. Está conformado por siete nevados: Cayangate, Tacusiri, Surimani, Qolpacunca, Chimboya, Chumpi y Ambroca. Además de este grupo de montañas que descansa en la Cordillera de Vilcanota, posee diversos glaciares, siendo el más conocido Quelccaya, con 5600 m.s.n.m., el más extenso del mundo y uno de los dos únicos glaciares planos en la zona tropical.

De acuerdo con el experto Catpo, la importancia de estos ecosistemas de montaña no recae únicamente en sus maravillosos paisajes, sino también en sus fuentes hídricas como los glaciares y las lagunas que proveen agua a las comunidades y pueblos cusqueños, y a la Central Hidroeléctrica de Machu Picchu, que brinda energía para miles de familias en la región. Solo el nevado Ausangate, la quinta montaña más alta del Perú, alimenta la cuenca de tres ríos: Vilcanota, Mapacho y Araza.

Por estas razones, el Gobierno Regional del Cusco impulsa la creación del ACR Ausangate que busca preservar alrededor de 66,000 hectáreas por encima de los cinco mil metros de altura, entre ellos el mismo Ausangate. La iniciativa se viene trabajando desde hace 5 años y cuenta con el apoyo técnico y financiero de distintos aliados estratégicos como Conservación de la Cuenca Amazónica – ACCA, Andes Amazon Fund (AAF), la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) y recientemente el Proyecto Amazonía Resiliente del SERNANP y PNUD.

Base del Glaciar Qelccaya en Cusco. Foto: Andina
Glaciares en el Ausangate . Foto : Carmen Contreras

Al conservar estos territorios, se fortalecerá las acciones de adaptación y mitigación frente al Cambio Climático que afecta seriamente los glaciares de nuestro país. “Las comunidades son conscientes que los nevados y glaciares desaparecerán en los próximo años”, nos dice el director de Áreas para la Conservación de ACCA. 

Ronald Catpo también no cuenta que los habitantes de las comunidades involucradas participan en la ejecución de acciones que buscan asegurar el abastecimiento de agua para el consumo humano, proveniente de los bofedales. Los bofedales o humedales de altura son los ecosistemas que se ubican en los bosques bajos altoandinos y que refugian a la fauna en peligro como la vicuña, el cóndor y las aves de queñuales, por mencionar algunos animales. 

Diez años de lucha y persistencia

Laguna Sibinacocha . Foto: Ricardo Ramos

La larga espera está por terminar. A vísperas de que la PCM apruebe el expediente de la propuesta de creación de la ACR Ausangate, repasamos brevemente este interminable proceso que duró más de diez años.  

Las gestiones iniciaron en el año 2008, explica Catpo, cuando el Gobierno Regional del Cusco propuso la creación del ACR Ausangate. Por entonces, se pensó en incluir a 14 comunidades de las provincias de Canchis y Quispicanchis. En total eran cerca de 190,000 hectáreas, pero cuando comenzó los trabajos de consulta previa a fin de obtener las actas de compromiso, el número empezó a reducirse. Los cambios de gobernadores regionales y los engorrosos trámites burocráticos también fueron uno de los motivos por el cual se alargó el proceso. 

Recién en el 2013 y con el respaldo de ACCA, se avanzó con los trabajos técnicos dentro de esta área protegida. “En un primer momento se logró que nueve comunidades campesinas involucradas dieran su consentimiento mediante la firma de un acta para ser parte del ACR”, memoriza el ingeniero forestal Ronald.

Vista aérea de lagunas y retroceso del Glaciar Qelccaya Foto: Leoncio Luna 

Desde entonces todo marchaba bien, el proyecto contaba con el respaldo y aceptación de la población. No fue hasta 2017, cuando se realizó otra consulta previa pero sin éxito alguno. Esta vez, siete comunidades de las provincias Quispicanchi y Canchis se oponían a la creación del ACR Ausangate. Según el director de Áreas para la Conservación de ACCA, el motivo se debía a conflictos internos y, particularmente, a la influencia de concesionarias mineras de la zona, lo que habría motivado que cientos de pobladores desistieran de participar. “Es comprensible que las comunidades pretenden proteger su territorio, más aún cuando hay desconocimiento de un tema en específico. Por eso, es importante las consultas previas que ayudan a escuchar y a resolver las dudas de los pobladores”, afirma.  

Y a esto se sumó las 50 concesiones mineras tituladas que fueron halladas por ACCA en las provincias involucradas. “El peligro de las actividades extractivas sobre parte de la masa glaciar, aceleraría la desglaciación, contaminaría bofedales y humedales, ricos en pastos para vicuñas, alpacas y llamas”, había advertido Ronald semanas atrás al equipo de Rumbos, que viajó este año a Cusco, para conocer el imponente Ausangate.  

Ahora, diez años más tarde, el ACR Ausangate comprende únicamente de 66 mil hectáreas. 

En Madrid se discute, en Cusco se actúa

Por su parte, María Elena Gutiérrez, directora ejecutiva de ACCA, espera que la aprobación del expediente técnico sea aprobada en paralelo a la Cumbre del Clima COP25, que se lleva a cabo en Madrid (España). No obstante, recalca que esto solo es el primer paso para algo más grande. 

“El Gobierno Regional de Cusco tendrá una importante labor para el próximo año y es definir el Plan Maestro oficial. Este Plan Maestro debe contener acciones concretas que garanticen, entre otras cosas, la protección del recurso hídrico de la zona, del cual se genera agua potable para la región cusqueña y energía eléctrica para Puno, Cusco y Apurímac en épocas de estiaje”, sostiene. 

Con Ausangate y Tres Cañones como áreas de conservación, solo faltaría hacer realidad la ACR Chuyapi Urusayhua, ubicada en la ceja de selva de La Convención, donde la conservación de los recursos naturales es liderada por los machiguengas y el mayor enemigo es el narcoterrorismo. ¡A estar alertas! 

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