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Chachapoyas: Kuélap entre las nubes

Conozca la milenaria cultura de Chachapoyas que se desarrolló del año 800 d. C al 1470 d. C. Foto: Giuliana Taipe.

¿A pie o en auto? Nada de eso, con el moderno sistema de telecabinas del Perú podrás llegar a Kuélap en un abrir y cerrar de ojos. Acompáñenos en este recorrido fantástico que tiene como destino la ciudad fortificada de los chachapoyas. 

Varias vueltas en el mismo lugar. Has estado indeciso desde que llegaste a la estación de embarque del primer sistema de telecabinas del país: el Teleférico Kuélap. Tranquilo, no hay de qué preocuparse. Estas frente a una moderna infraestructura que te conectará en breve con la historia que guarda el famoso «Machu Picchu del norte del Perú».

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Así que corrige tu rumbo. Espera a que los demás turistas aborden las cabinas que vienen y van. Antes de subir: escucha las indicaciones del personal y recuerda pisar firme. ¿Listo? ¿Qué? No pues. A estas alturas el vértigo no puede ser una excusa para echarse atrás. Respira lento. ¡Vamos, ahora es cuando! Muy bien, ahí vas rumbo a la ciudad preinca enclavada entre las nubes.

Con el moderno sistema de telecabinas, llegar a Kuélap solo toma 20 minutos. Foto: Giuliana Taipe.

Ya vez que no era difícil. Ahora relájate, disfruta junto a los otros siete tripulantes los infinitos paisajes que exhibe la región Amazonas, mientras atraviesas el valle del Tingo. Durante veinte minutos de vuelo, el vértigo se convierte en adrenalina. Vaya privilegio, desde esta altura los senderos desaparecen, las casas se achican y el río Utcubamba se adelgaza. Y es que todo cambia cuando se tiene una vista de águila al superar los 2.300 metros sobre el nivel del mar.

Pero el paseo no es interminable, lo descubres al divisar en el horizonte el Andén de llegada. Para fin de año, pronostican, Kuélap, uno de los sitios arqueológicos más importantes del Perú, estaría recibiendo más un millón de visitantes gracias a este innovador sistema de transporte que ahorrará tres horas a los caminantes y más de una hora a los viajeros de cuatro ruedas.

Tu perspectiva sobre esta ingeniería en el corazón de la selva amazónica cambia. Una sonrisa se dibuja en tu rostro. Te muestras orgulloso de que el Perú se ponga a la vanguardia de las otras grandes potencias turísticas como Río de Janeiro (Brasil), Salta (Argentina) y Bogotá (Colombia). Aguanta… mejor despierta que el paseo ya terminó, menos el viaje.

Una ciudad cerca al cielo

Desciendes de la cabina acechando el ataque del mal de altura (soroche). Sabes muy bien que a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, el frío viento no acaricia, sino golpea y duro. Así que ni pienses doblegar en la cima de este cerro de nombre Barreta. Mejor respira profundo antes de estirar las piernas por ese camino zigzagueante que te conducirá hasta la ciudad que alguna vez fue habitada por la cultura Chachapoyas.

La muralla de Kuélap alcanza una altura de 19 metros. Foto: Giuliana Taipe.

Esquivar varias curvas y subir los últimos peldaños antes de averiguar qué hay detrás de esas lomas. Un parpadeo y ¡vualá! El mayor descubrimiento de la arqueología amazónica se alza frente a ti. ¿La admiración te puso la piel de gallina? Tranquilo, lo mismo le paso al juez de la ciudad de Chachapoyas, Juan Crisóstomo Nieto, cuando descubrió esta enorme construcción en 1843. Quién lo pensaría: el magistrado llegó a estas tierras para resolver unos litigios, sin pensar que conocería Kuélap.

Rodeas las murallas de 19 metros que protege a esta ciudad fortificada (nunca fortaleza), imaginando cómo sería la vida de los guerreros preincaicos que habitaban cerca al cielo. Para eso tienes al guía de turno, quien te explica que los chachapoyas eran grandes ingenieros y arquitectos que lograron diseñar un muro resistente contra todo tipo de invasiones. Kuélap era una Troya en Sudamérica, aunque los investigadores digan que hasta ahora no se ha hallado instrumentos de combate.

Pero ese metáfora se pulveriza de tu mente cuando te das cuenta que no puedes acceder a una de las tres entradas principales (acceso uno). “Se está ejecutando un proyecto de conservación desde el año pasado que busca arreglar las grietas causadas durante un diluvio en el 2013”, te explica el arqueólogo de turno Manuel Malaver. Lástima, piensas, Kuélap necesita ser restaurado.

El Tintero es uno de los pocos edificios usados por los Chachapoyas para las ceremonias religiosas. Foto: Giuliana Taipe.

Reflexionas: el legado cultural de Chachapoyas no debe perderse. Ingresas al interior del complejo arqueológico llamado antiguamente como ‘La torre de Babel en el Perú’. En la fortaleza, perdón ciudad fortificada, vivían el pueblo alto (conformado por 335 estructuras circulares) y el pueblo bajo (por 80 construcciones de piedra). Las más importantes eran El Castillo y El Torreón, desde donde defendían el imperio.

Más datos te ilustran sobre Kuélap: El Tintero era un edificio usado para las ceremonias y, al igual que los incas, contaban con un reloj de piedra desde donde pronosticaban el clima. Así es, para los arqueólogos, la mayoría de objetos encontrados están relacionados con el culto, lo cual da a entender que el sitio fue un lugar sagrado. No por algo los Chachapoyas eran politeístas.

Lo vez, no solo en el sur del país encontrarás lugares monumentales. En el corazón de la provincia de Chachapoyas, la historia y la aventura también confabulan para regalarte la mejor experiencia de tu viaje. Es momento de retornar… lo sé, no quieres despedirte de los torreones, los tinteros y las cientos de viviendas con plantas circulares que se ocultan bajo las sombras proyectadas por las enormes Murallas. Descuida viajero empedernido, que esta despedida solo será una hasta luego porque sabemos que volverás ¿o no?

Algunas llamas custodian el complejo arqueológico de Kuélap. Foto: Giuliana Taipe.

Recomendamos

Alojamiento y tours: en el Hotel Villa de Paris.
Lugar: prolongación Jirón Dos de Mayo Cuadra 15, en Chachapoyas (Amazonas)
Web: www.hotelvilladeparis.com/portal
Teléfonos: (041) 631310 – 998452865 /956854902
Reservas: contactenos@hotelvilladeparis.com

En Rumbo

Viaje: de Lima a Chachapoyas (la capital de Amazonas) por vía terrestre (23 horas). En avión: 60 minutos aproximadamente de Lima a Jaén (Cajamarca) a bordo de Latam Airlines. Luego tomar colectivo hasta Chachapoyas. Tiempo: 180 minutos.

Kuélap está situado a 72 kilómetros de la ciudad Chachapoyas en el distrito Tingo (Luya), donde podrá optar por el servicio del Sistema de Telecabinas de Kuélap (desde Nuevo Tingo hasta La Malca) tomará 20 minutos.

Dato: El teleférico tiene 26 cabinas para 8 pasajeros cada una. El viaje dura 20 minutos.

Planifique su próximo viaje en: www.ytuqueplanes.com

VIAJA CON RUMBOS VIAJES : rumbosviajes@rumbosdelperu.com

 

 

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