Toalla en mano recorremos playas y caletas, en uno de los tramos más insuperables del sur extremo y luego de esto nos planteamos seriamente: ¿Seremos capaces de volver a casa?
Sinceridad de por medio. Así el sol agobie no queremos que el verano acabe, soñamos con lanzarnos de cabeza en esas aguas azul acero, las más frescas del pacífico. Soñamos con esas playas solitarias de arenas y orillas limpias que cubren cada centímetro de la costa sur.
No nos resignamos a dejar de sentir ese olor a mar que tanto relaja. Al andar por los roquedales observando el pleamar Ay! es que apenas pensar en el sur nos emociona.
Pero la costa sur no hay que pensarla. Hay que vivirla. Y para hacerlo de manera completa recorremos su playas y caletas. Aunque no todas, no. Nos centramos en cinco playas que nos quitaron el aliento y que esconden en su litoral algunas de las joyas más anheladas por los amantes playeros.
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Playa La Punta – Arequipa 
Hacemos parada para mojarnos los pies por primera vez en esta ruta en la playa La Punta, un concurrido balneario con restaurantes, hoteles y hasta discotecas. La Punta que se convierte en una gran playa de arena, casi recta, de orilla plana y mar ordenado. Paralela pasa una carretera asfaltada que llega a la Carrillos. Más restaurantes y casas.
La Carretera Panamericana se separa de la orilla y según las rompientes que llegan a las orillas le van cambiando el nombre al litoral: Las Gaviotas, El Tiburón, Las Cuevas (Las Cuevillas para el Instituto Geográfico Nacional). En el cerro hay pequeñas cuevas. Una sirve de santuario para la Virgen. Más al sur cortada por los barrancos los recovecos, bautizados por los pescadores, son geniales: Sal Si Puedes, El Faro (con su faro blanquinegro), El Pano, El Pesquero con peñas de buena pesca y la posibilidad de hacerte un cevichito sureño a lo macho: limón, ají, el mar y más nada.
Caleta Honoratos – Arequipa
Si tuviéramos que ponerle nombre al paraíso ese sería Honoratos. A Honoratos, no se la distingue desde el océano. Por eso la leyenda dice que el monitor Huáscar solía esconderse allí. Este es un lugar paradisíaco donde se pueden observar cuevas de los piratas que habitaron en el siglo XVII.
Ubicada al sur de Quilca La caleta Honoratos es ideal para realizar, camping, deportes de aventura como: Moto Sky, Kayac, Pedalón, Pesca Deportiva, Caza Submarina, y Buceo. Ya estando allí se puede trepar los acantilados y admirar toda la belleza de sus aguas cristalinas en la orilla debido al color rojizo de su arena.
Esta caleta es solitaria debido a su difícil acceso es por ello que la buena noticia es que parece librarse aún de la contaminación que asola a muchas playas norteñas. Considerada una de las más importantes y hermosas de la provincia de Camaná se llega a ella desde el puerto de Quilca, de ahí hay que abordar una embarcación y luego de un viaje de 2 horas y media se llega a este paraíso
Catarindo Islay Arequipa
Catarindo, es una angosta caleta de aguas muy mansas. Muy cercana al centro urbano de Mollendo, es muy visitada en la temporada veraniega, sobre todo por quienes gustan de la pesca.
Como ya dijimos sus aguas mansas propician el buen sabor en esta caleta. Casas de madera -algunas maltrechas, otras bien paraditas- adornan esta costa con su estación de trenes y su castillo sin reyes ni señores feudales. Abandonado. Vacío. Una rareza de inicios del siglo XX erigida en un promontorio natural. Un capricho arquitectónico del empresario textil José Miguel Forga.
En Catarindo se puede pasear en bote, moto acuática, es un sitio ideal para el deporte del buceo y de caza submarina. Hay una carretera que permite llegar hasta la misma playa de Catarindo.
Malecón de Ilo
Ilo y sus Atardeceres encendidos, mágicos, de ensueño en las playas Platanales y Wawakiki. Ilo. Un muelle, una glorieta, un malecón soleado. El malecón abarca el borde costero del océano Pacífico. Y desde el muelle Fiscal hasta la Plaza Perú la brisa refrescante del sur te da la acogida. Alrededor del malecón se encuentra el Muelle Fiscal, la Glorieta y la Municipalidad Provincial de Ilo.
Pero este mar sureño siempre será excusa para llegar a Moquegua,y empinar el codo con una copita de pisco, el mejor de la región. Dos para empezar: en las bodegas Biondi y Atencio Tapia, y dos más como ordena la costumbre: Don Camilo y El Mocho, y, un parcito más antes de irnos: Rayito de Sol y Parras y Reyes.
Probar, catar: Una, dos, tres veces, tantas veces un pisco Italia, un acholado, un mosto verde, un macerado de Damasco. ¿Y el mar?… nos olvidamos del mar y solo pensamos en bodegas y viñedos, en toneles y alambiques, pero no por mucho tiempo. El mar suele hipnotizarnos aún más.
Playa Los Palos Tacna
Orillas costeras limítrofes con un encantador aire de pueblo añejo y que gozan de un encanto agreste que cautiva. Los Palos, solitaria, de arena fina, y tan azul como lo puedas creer.
En Los Palos las olas son anchas y ajenas pero mansas. Y ya sea en auto propio o en bus, llegar hasta allí toma un poco más de dos horas, cuando luego de pasar por campos de olivos, y a unos escasos kilómetros de frontera, por fin se divisa su horizonte azulino. Esta playita cuenta con nueve bungalows totalmente amoblados, que incluyen cocina, cochera y agua caliente las 24 horas del día, ideal para quedarte por aquí largas temporadas.
No cuentes por aquí con el wifi- Es una playa poco concurrida y los bañistas que llegan hasta aquí buscan apartarse un rato y tienen la complicidad del entorno rural de la Yarada para hacerlo.
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