La Tacu, cocina casera y delivery consciente

Nuevos tiempos, nuevos retos, mismos platos de siempre. En los últimos tiempos, hemos aprendido a comer bien, mejor, en casa, quizá salgamos menos en un futuro cercano, quien sabe, pero gozar de la comida preparada fuera de casa puede ser un motivo de marcada melancolía para algunos. Ahora que nuevamente debemos permanecer en casa la pregunta es ¿qué o cómo cocinar? Esa pregunta la respondió Lorena Benza a través de su cuenta de facebook y empezó a disparar viejas recetas familiares para soportar la primera temporada de la cuarentena.

El éxito de sus ‘tips’ y el ‘paso a paso’ de sus recetas para dummies se extendieron tanto como se extendía el confinamiento. La audiencia en redes crecía en momentos en que solo la comida nos podía reunir. Así que desde la primera receta de tallarines verdes hasta el Tacu Tacu; el ‘Tacu Challenge’ duró los cuarenta capítulos equivalente a la cuarentena. Nuestro encierro duró más.

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Acabado el reto, Lorena publica su lista final de platillos en su cuenta social y sus seguidores no perdieron el tiempo en comentar:

— “Ya pues, quiero poder hacer click en el nombre del plato y que me lleve a tu receta!

— aaaalaaaaaa…cómo se hará eso!!!!!!

Lorena, que antes había sido fotógrafa y luego fundado una agencia de producción fotográfica, gestaba en ese encierro la idea de que no hay mejor manera de expresar el amor que a través de la comida, mejor dicho, del buen comer. Entonces, a las recomendaciones de cómo preparar las recetas, se sumaron los pedidos y poco a poco estos se convirtieron en una marca y en una carta virtual: “ A mi siempre me han dicho tacu por ‘tacuchi,’ por buen diente, por comer bien. La Tacu es un nombre con el que me identifican hace muchísimo tiempo. Incluso hay gente que no sabe que me llamo Lorena”.

Y esa es, en resumidas cuentas, la historia de La Tacu, el delivery de comida que debe estar agendadísimo en esta vuelta a la cuarentena. Sobre todo para aquellos a los que un plato de comida les evoca la imagen de una abuela adorable y consentidora. Así también lo ha pensado Lorena, —y no solamente por las recetas de su abuela que hoy cobran vida a través de sus guisados—, pues el delivery va bien envueltito en recipientes de vidrio y en una de esas clásicas ‘bolsas de abuelas’ para el mercado. Comer como un acto de añoranza total pero también de preocupación por el planeta: “No quería contribuir a crear más desechos, por eso enviamos la comida en recipientes de vidrio y pasamos por ellos al día siguiente”

La lista de sus más pedidos son el ají de gallina, que muchos saludan como insuperable; asado con puré, sancochado, seco, estofado, pastel de carne, arroz tapado y olluquito con carne y muchos más. ¡Una delicia!