- La ciudad moderna avanza y convive con el legado arquitectonico del pasado. Pero muchas veces ignoramos qué tesoros ocultan. La arqueología no solo es para los academicos. Cuaquier mortal puede comprender y maravillarse. Eso piensa Arqueología Jovelos que organiza salidas urbanas para llevarte a caminar por el pasado.
Garagay es un templo de cerca de 4 mil años de antiguedad. Un vestigio de la Lima prehispánica que hasta hace poco se veía descuidado, tenía una antena de alta tensión en su cima piramidal y parte de sus frisos fueron vandalizados y destruídos por el pandillaje y el avance urbano sin planeamiento.
Todo cambió, o al menos en parte, desde que se retomaron las excavaciones en este espacio a la cabeza del municipio limeño y bajo la dirección del arqueólogo Héctor Walde: los nuevos frisos descubiertos aún se podían observar en las paredes de las terrazas piramidales y habían personas que querían verlos. Una noticia que junto a otros hallazgos comenzaban a reconstruir los orígenes prehispánicos de la capital.
La terrible ironía es que, a pesar de contar con todo ese legado arquitectónico persistiendo en la actualidad, su gestión es mucho más que ineficaz. Pero aún así, eso no evita que casi un centenar de personas se hayan reunido en el cruce de las avenidas Angélica Gamarra y Universitaria, en el distrito de San Martín de Porres para participar de un tour al pasado.
MÁS RUMBOS :
Se trata de las caminatas arqueológicas que viene convocando,- ya desde hace varias temporadas-, a la exploración de los sitios arqueológicos diseminados por la capital. Por eso se eligió a Garagay, para retomar estas excursiones que organiza Arqueología Jovelos, con Jesús Bahamonde Schreiber a la cabeza. La intención: educar sobre el patrimonio que tenemos en nuestras narices y del que poco o nada sabemos.
Las caminatas comenzaron en el 2019 y fueron interrumpidas por la pandemia. Luego de dos años se volvieron a relanzar este enero que pasó. Así que para el relanzamiento, el propio Hector Walde recibe a los visitantes y les explica que se encuentran dentro de una construcción en forma de U y que al menos ocupa casi 22 hectáreas. Espacio que comparte con los vecinos.
Sí. A pesar de tener una reja que perimetra el sitio arqueológico, es común ver en Garagay a vecinos cruzando el terreno y las fachadas de las casas adyacentes al camino perimetral, pero respetando siempre este templo prehíspánico: “Los vecinos saben que hay aquí, saben de su importancia, ellos participan de la revalorización del lugar”, señala Walde y, en efecto, es un espacio en el que cohabitan el pasado y el presente.
La excursión comienza con una explicación en maqueta, sobre cómo pudo haber lucido Garagay hace más de 3500 años durante el periodo formativo de Lima. Pero todo el mundo ha llegado hasta aquí para ver a los frisos, una de las más grandes obras del arte mural del Perú antiguo.
El medallón y la langosta, encontrados en el atrio del templo por Roger Ravines en la década del 70; se perdieron para siempre. Solo unas réplicas en yeso pueden darnos datos de cómo fueron esas piezas. Sin embargo, la Pilastra y el Felino -hallados en 2017- en otra sección del mismo atrio ( y que le devolvía a este recinto su categoría mundial de monumento arqueológico), pueden observarse intactos para maravilla de los amantes de la historia y de aquellos que quieren comenzar a serlo.
Garagay prepara ya el expediente para su postulación ante la Unesco. Y ha reanudado, tras la pandemia, los trabajos arqueológicos que sin duda se han enriquecido con las exploraciones de los visitantes y la exposición de los avances a la comunidad.
Arqueologia Jovelos difunde en redes sociales los nuevos hallazgos arqueológicos en el Perú y organiza caminatas -hasta el monento van doce- para acercar a las personas al patrimonio que convive con nuestra modernidad y del cual no estamos enterados. Ya reza el dicho: “No se ama lo que no se conoce”. El pasado nos espera, tal parece, a la vuelta de la esquina. Quedas invitado.
En rumbo :
Arqueología Jovelos convoca a caminatas a través de sus grupos en redes sociales. Hay que estar atentos a sus convocatorias pero ya tienen fecha y lugar para su próxima salida: El 25 de febrero a la Huaca Paraíso.
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