Simbólico pero contundente. El amor a la naturaleza exige compromisos más allá de discursos y marchas. En Junín, una docena de novias decidió casarse con quinuales. Y es que el amor tiene un poco de locura
Se han comprometido a vivir su amor y no solo hasta que la muerte los separe. Doce jóvenes doncellas contrajeron nupcias ayer con longevos quinuales, pero la enorme diferencia de edad entre los novios no ha sido obstáculo para el casorio.
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Ellas de blanco, ellos con la corteza marrón y firme. Ellas con flores en el cabello, ellos con la pequeña frondosidad en la cresta que les permite 100 años de vida. Ellas volando con sus ilusiones, ellos con las raíces bien puestas bajo la tierra.
La coyuntura para el matrimonio masivo ha sido la conmemoración del Día de la Tierra. El lugar escogido fue el bosque dorado, anexo de Paccha, distrito de El Tambo, provincia de Huancayo, Junín.
Y como el sacerdote no ha querido sellar este amor por la imposibilidad de que la unión aumente la grey, el acto ha sido presidido por el gerente de Recursos Naturales del gobierno de Junín, Fredy Valencia.
El funcionario de marras, sin más burocracia de por medio, ha preguntado a las novias y ellas han dicho que vienen impulsadas por un amor planetario. Ha inquirido a los quinuales si corresponden a ese amor, y los árboles han guardado silencio; sin embargo, como quien calla otorga, Valencia validó el amor y los declaró marido y mujer.
Acto seguido se ha expedido el certificado correspondiente donde se detallan algunos deberes mutuos, como procurar pronto un árbol genealógico, enfrentarse a los deforestadores del amor y regar siempre ese sentimiento para que tenga raíces sólidas. Todos han sonreído felices y la foto de rigor ha sido tomada entre cánticos andinos y pagos al apu.
Acabado el protocolo, una de las novias, Milagros Jiménez Melgar, aprovechó la presencia de periodistas para aclarar que lo suyo es amor del bueno y que la edad no importa si todo es puro. “Personalmente me gustan las plantas; yo creo que eventos como este nos enseñan a cuidar y preservar el medio ambiente, es como un símbolo para proteger todas las plantas en general”, ha sentenciado.
Tras sus palabras, la ceremonia se complementó con un ritual de agradecimiento a la Mama Pacha, se reflexionó sobre la contaminación, se juramentó a los integrantes de los comités ambientalistas de Junín, y se firmó un acta de adhesión a la proclama de constitución de los derechos de la madre tierra.
Antes de despedir a los invitados de esta singular celebración, el funcionario regional pidió a los recién casados que el amor nunca falte y que, por lo que más quieran, nunca se dejen plantados.
El dato
* Las actividades culminaron con un desfile de modas con trajes elaborados con productos naturales reciclados, un campeonato de down hill y demostración de skateboarding.
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