En mayo, el turismo religioso apunta al distrito de Acobamba (Tarma, Junín) como un destino ideal para festejar la máxima expresión de fe de la sierra central.
Tarma, el paraíso florido de los Andes, es bendecido durante todo el mes de mayo por la fe y devoción de miles de peregrinos que provienen de todas partes del Perú en busca del Señor de Muruhuay, la imagen milagrosa que reposa en una roca a los pies del cerro Shalacoto, en el distrito Acobamba, y que santifica las rutas de los choferes y transportistas.
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Y no se sienta mal por perderse el día central (tres de mayo) mientras lea estas líneas. A quién no se le ha escapado alguna fecha importante por tener la cabeza desubicada de tanto ajetreo laboral. Más bien, pecado sería no ir a celebrar entre amigos o la familia la interminable fiesta religiosa que seguirá recibiendo cientos de visitas, rezos, cantos y una larguísima lista de pedidos en los días que le restan.
Eso sí, no se sienta mal si algún milagrito suyo no se ha concebido durante su estadía. Esas penas se curarán tras peregrinar por los destinos turísticos y lugares históricos que guarda esta provincia. Con eso se dará cuenta que hay mucho por ver y oír además de la imagen de Cristo Crucificado y del relato que evoca a un manantial cuyas aguas curaban a los enfermos de viruela.
Pero antes de alardear de los corredores turísticos que cobija Tarma, la bella ‘Perla de los Andes’, le advertimos que podría enamorarse tanto del lugar como el fervor que demuestran los feligreses al agasajar una de las fiestas más largas del país.
Grutas y catedrales
Empiece con un paseo urbano cerca a la plaza de Armas, ‘ahicito’ nomás se erige la catedral de Santa Ana de Tarma, donde el general Manuel A. Odría tuvo el honor de ser enterrado muy cerca del altar mayor. Dicen los historiadores que quizá sea el único dictador de América Latina, al menos del siglo pasado, que goza con ese privilegio póstumo. Según sostienen, el pueblo tarmeño reconoció así a su hijo predilecto, quien durante su mandato, le construyó un hospital, colegios, el local del municipio y la mismísima catedral, fundada en 1954.
“Por mi patria doy mi vida y por Tarma mi corazón”, se le oyó decir alguna vez. En homenaje, cada 26 de noviembre los pueblerinos festejan el Día de la Gratitud.
Continúa la ruta con la Gruta de Huagapo, considerada la más profunda de Sudamérica. Los más avezados aseguran que es posible explorarla hasta los 2 mil 800 metros de longitud. En su interior sobresalen las famosas estalactitas y estalagmitas de diversas formas.
Al otro lado, como quien yendo al sur de la ciudad de Tarma, precisamente en las faldas del cerro Pirua-Pirua se alza la capital de la cultura Taramas y también centro administrativo de los incas. Su gran plaza fue posiblemente un lugar ceremonial. Por eso, cada 21 de julio se celebra el inicio de año nuevo andino con la esperada ceremonia del Taita Inti.
En su última travesía, después de saborear el requesón y las papitas con queso, atrévase a escaparse al centro poblado San Pedro de Cajas, conocido por sus hermosos tejidos en telares. Su fama resalta por sus tapices elaborados con lana de oveja, alpaca y tintes vegetales que son trabajados por casi toda la población.
Así que estimado lector, aún está a tiempo para vivir la larguísima fiesta del Señor de Muruhuay y,de paso, conocer los atractivos que ofrece Tarma. Eso sí, recuerde llenar la panza con una riquísima pachamanca y cuy al horno. Luego brinde, sin restricciones y las veces que usted quiera, con un buen calientito. ¡Dos más!
En Rumbo
Ruta: Desde Lima a Tarma (Junín) por la carretera Central. Tiempo: 6 horas. En Tarma tome un taxi colectivo hacia Acobamba (10 kilómetros).
Altura: Tarma se encuentra 3,050 m.s.n.m.
Atractivos: Tarmatambo, gruta de Huagapo, San Pedro de Cajas.
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