El CEO de Viva Air planteó la idea de llevar pasajeros de pie en sus aviones para una tarifa más económica. ¿Aceptarías esta propuesta?
No es una broma de mal gusto ni el disparate de una aerolínea low cost en su afán por buscar una tarifa más cómoda, aunque esto último no se aleja de la realidad. Pero la idea lanzada por el CEO de Viva Air, William Shaw, de transportar pasajeros de pie en sus aviones no solo resulta bizarra, sino que es una nueva manera de viajar barato e impulsar el turismo.
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Y es que como bien lo dijo el especialista durante una entrevista con Radio Caracol: “si uno puede aguantarse una horita de pie en el TransMilenio (servicio de transporte similar al Metropolitano), ¿por qué no podría estar una hora de pie en un avión?”. Entonces, ¿qué tan viable resultaría implementar esta propuesta en nuestro país?
Si bien el ejecutivo se mostró a favor de llevar pasajeros parados en sus aviones que realizan vuelos regionales en Colombia, donde opera con la aerolínea low cost VivaColombia -dicha empresa también cuenta con presencia en Perú a través de Viva Air Perú-, recordemos que este planteamiento no es algo nuevo en el sector aerocomercial.
En 2009 la compañía irlandesa Ryanair propuso algo similar, pero tanto los consumidores como los reguladores competentes mostraron su rechazo. La aerolínea china de bajo costo Spring Airlines también busca desde hace algunos años, ofrece vuelos más baratos.
¿Lo barato sale caro?
Como sabemos, Viva Air vino a nuestro país a alborotar el mercado interno de los viajes aéreos. Si bien es cierto, LAN había manejado una política mixta de precios entre una línea aérea tradicional y una low cost, en la actualidad el ingreso de Viva Air al mercado ha puesto en marcha un proyecto que tiene como objetivo abaratar los precios de los vuelos regulares mediante tarifas bajas.
Aunque lo barato a veces podría salir caro, pues en algunas compañías “cobran hasta por respirar”. Un ejemplo de ello son los costos adicionales por emitir la tarjeta de embarque en físico, por facturar la maleta, por llevar una segunda maleta, por llevar equipaje con sobrepeso, por tomarte un café o hasta por elegir el asiento que está al lado de la ventana. Todo depende de que el pasajero haga un estudio previo de los precios.
A su turno, volviendo a la postura de Shaw, indicó que se seguirá manteniendo la visión de continuar impulsando tarifas bajas. “Si uno puede abaratar el costo a la gente, nosotros lo vamos a apoyar al 100 por ciento. Nuestra responsabilidad en Viva es abaratar el costo lo más posible para impulsar el turismo», dijo en una entrevista.
Por si fuera poco, tras ser consultado por las turbulencias que podrían darse durante un vuelo, respondió acotando que “unas frenadas en el TransMilenio también puede ser bastante fuerte, y uno se las aguanta».
De pie y con sencillo
Plantear esa proposición en nuestro país “es casi imposible”. Así lo enfatizó Carlos Gutiérrez, gerente general de la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETAI), durante una entrevista al diario El Comercio. En términos prácticos y con la tecnología actual –explicó el ejecutivo– las empresas fabricantes de aviones como Boeing o Airbus tienen parámetros específicos para la operación y el mantenimiento de sus aeronaves, las cuales deben ceñirse a las recomendaciones técnicas para realizar vuelos seguros.
Además, otro punto en contra es que se debe tener la aprobación de las autoridades correspondientes. Pero no se trata de una aprobación instantánea, porque implica un proceso largo y que involucre a varias entidades. De llegar a darse… ¿se animaría a tolerar una hora a pie en un vuelo de Lima a Iquitos?
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