El gobierno de Cataluña (Español) recibió el fondo documental del reconocido geógrafo e historiador Gonzalo de Reparaz la cual fue donada por sus herederos, entre ellos la exviceministra de turismo peruana María del Carmen de Reparaz.
Después que la familia Reparaz batallara por varios años con el gobierno de Salamanca (España) para que les fuera devuelta la documentación de su abuelo, el geógrafo e historiador Gonzalo de Reparaz (custodiada en 1929 por dicho ayuntamiento), decidieron ceder al Instituto Cartográfico y Geográfico de Cataluña (ICGC), los aportes del ilustre personaje que en vida tuvo un especial interés por los desiertos de Ica, precisamente el de Nazca.
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María del Carmen de Reparaz, la exviceministra de Turismo del Perú, y nieta del también escritor y periodista, no cejó hasta recuperar aquello que le pertenecía a su familia. Ella, junto a sus hermanos, cedieron en depósito a la administración catalana.
Esta copia digital donada al Archivo Nacional de Cataluña se suma a la realizada el 2005 del fondo de su padre Gonzalo de Reparaz Ruiz, también un destacado geógrafo. La unión de estos dos legados de la familia constituirá un valioso testimonio de la historia política y europea de los siglos XIX y XX.
«Estoy emocionada -relataba María del Carmena a un medio de prensa- han sido tantos años, que pensaba que este momento nunca llegaría y ahora ya se ha acabado». Como se recuerda Gonzalo de Reparaz Rodríguez fue historiador, periodista y diplomático que vivió en Barcelona entre 1921 y 1931 durante la Guerra Civil, codeándose con numerosas personalidades.
Las trabas del gobierno español
Como se sabe, la Comunidad de Madrid les denegó el retorno de los documentos de Reparaz, así como lo hizo el Ministerio de Cultura y el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) hasta que, finalmente, en marzo del 2016, el Tribunal Supremo le dio la razón a la familia.
Si bien ahora ya se recuperaron los documentos del escritor, la historia no termina. Según el abogado de la familia, Josep Cruanyes, todavía hay cartas que siguen retenidas. Sólo queda esperar la respuesta del Estado.
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