¿Quieres dormir en la plaza de Cusco?

En el Hotel Plaza de Armas puedes hacerlo. El hotel está ubicado en una de las esquinas y avenidas más importantes de la ‘Ciudad Imperial’.

Por Luis Yupanqui / Revista Rumbos

La ciudad del Cusco es un lugar para admirar todo el año. Uno de los lugares claves para apreciarla en toda su magnitud se encuentra en la Plaza de Armas. Así que cámara en mano se busca la mejor ubicación para hacer las fotos a los desfiles dominicales y la vida cotidiana que hay en esta gran plaza, una de las más grandes que tiene el Perú. Hay que hacerle caso a los 180° que posee el sentido de la vista, pues en una de estas esquinas hay un balcón que suele atraer miradas.

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Es el balcón del café del hotel “Plaza de Armas”. Este café fue remodelado junto con todo el hotel en el año 2011, remodelación que duro un año. No solo atiende a sus huéspedes, sino a todo aquel que quiera entrar: curiosos, bohemios moderados, workaholics, hipsters de toda gama, aventureros, trotamundos…De hecho el 70% del público que ocupa una mesa en este local son turistas que no están alojados.

Ya hablamos de su adecuada ubicación en pleno corazón del centro histórico de esta urbe andina. Entonces hagamos cuentas: Veintiocho habitaciones, una Suite, una Júnior Suite, seis habitaciones estándares superiores, una triple una simple y 18 habitaciones dobles o king estándares. Gran parte de ellas cuentan con vistas a la ciudad ya sea la plaza de armas o la Av. El Sol. Desde alli se puede observar, El Paraninfo Universitario, El Portal y la cúpula de la Iglesia de la Compañía.

Las habitaciones están debidamente equipadas con TV LCD con cable, teléfono directo, caja fuerte, frio bar y calefacción, la decoración es minimalista y puertas y ventanas están insoladas para aislar las habitaciones del frío y el ruido dando las comodidades de un hospedaje de categoría.

Julián, uno de los mozos, me trae un café y yo sigo disparando fotos desde mi extraordinaria ubicación. Él, sé queda a mi lado, debe darle curiosidad mi labor o habrá descubierto que yo también tengo curiosidad por este hotel. Me cuenta que sus huéspedes son 60% extranjeros, 20% nacionales y otro 20% de turismo corporativo.

Y mientras registro la fiesta, me va contando que la cafetería atiende desde las 5 de la mañana, que él trabaja desde hace tres años pero que el hotel ya tiene cinco, que todos los años crecen un 5%, (eso le han contado sus jefes), que el 2015 les dieron un certificado de excelencia en Tripadvisor.

Le agradezco por los datos y por permitirme subir al balcón, le digo que ya estuvo suficiente de fotos desde aquí, que ya debo meterme en medio de la fiesta.

“De nada wayquicha -me responde- regresa cuando quieras”