Un estudio científico publicado en la revista Science Advances destaca la necesidad de proteger y garantizar el 50% de los hábitats del planeta para enfrentar el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la aparición de nuevos virus, como el Sars-Cov-2, que dio origen a la actual pandemia
Por Ojo Público – Aramís Castro
¿ Cómo mitigar los impactos del cambio climático y qué territorios son esenciales para revertir la pérdida de la biodiversidad? Estas preguntas son el punto de partida de un informe científico publicado el último viernes en la revista especializada Science Advances, que identifica las áreas del planeta que serán claves para la biodiversidad y la resiliencia climática. El artículo propone una hoja de ruta para abordar la crisis ambiental global.
El estudio, denominado «Una red de seguridad mundial para revertir la pérdida de biodiversidad y estabilizar el clima de la Tierra», identifica las áreas naturales que resultan prioritarias para trabajar en la conservación y restauración de la biodiversidad hasta el 2030. El artículo señala que si se conserva el 50% del ámbito terrestre se revertiría una mayor pérdida de biodiversidad, se evitaría las emisiones de dióxido de carbono y mejoraría la eliminación natural de carbono.
El análisis identifica 50 ecorregiones y 20 países que contribuyen de manera fundamental a alcanzar esta meta; entre ellos está el Perú. Los investigadores destacan la importancia de los territorios indígenas y consideran la importancia de al menos tres ecorregiones peruanas. En el caso peruano, Eric Dinerstein, investigador y uno de los autores del estudio, precisó a OjoPúblico que los espacios cruciales se encuentran en las ecorregiones de Amazonas, Ucayali y Napo, así como en las yungas, ubicadas en las selvas de montaña del oriente andino.
Análisis y propuestas
El estudio considera que para contrarrestar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad es necesario proteger áreas equivalentes al 50,4% de la superficie terrestre. Alcanzar este objetivo, implica incorporar un 35,3% adicional de superficie dentro de las áreas protegidas, que este año alcanzaron el 15,1% del territorio global.
El estudio propone proteger las tierras indígenas e impulsar programas de apoyo en el manejo de áreas gestionadas por las comunidades. Estas medidas, de acuerdo a los investigadores, permitirían alcanzar hasta un tercio del área requerida para cumplir con los objetivos de cara al 2030.
En Perú, según el último informe sobre diversidad biológica publicado por el Ministerio del Ambiente a mediados de 2019, existen 33 áreas protegidas, con una superficie mayor a los 17 millones de hectáreas, relacionadas con pueblos indígenas.
En el informe publicado en Science Advances se advierte que hay variaciones en territorios indígenas donde todavía no hay datos públicos disponibles. En estos casos, el mapa interactivo desarrollado como parte del estudio no muestra ausencia de este tipo de tierras, sino falta de información.
El ecólogo y docente de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, Ernesto Ráez Luna, coincide en la importancia que tiene la población indígena en la defensa de los territorios amazónicos y la biodiversidad del país. «La resistencia indígena ha hecho muchísimo más por la conservación de la Amazonía que lo que nosotros [los conservacionistas] hemos logrado durante 50 años», dijo a OjoPúblico.
Ráez Luna también consideró el rol del Estado para reconocer los derechos territoriales y ancestrales de los pueblos indígenas, y recomendó la promoción de territorios integrales autónomos indígenas.
«Se tiene que multiplicar las formas legales por las cuales los indígenas pueden acceder al ejercicio de sus derechos colectivos sobre el territorio. También apoyarlos de manera económica y técnica [para lograr una] gestión sostenible», comentó.
La publicación destaca la necesidad de restaurar los hábitats naturales para enfrentar tres tipos de crisis que hoy afectan al planeta: el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la aparición de nuevos virus, como el Sars-Cov-2, que dio origen a la actual pandemia.
Territorios peruanos
De acuerdo a Karl Burkart, uno de los autores del informe y director de la organización One Earth, el Perú tiene el 63% de su superficie calificada como “de particular importancia para la biodiversidad”.
Este porcentaje, según el investigador estadounidense, permite proporcionar servicios ecosistémicos para la región y el mundo. Es decir, aquellos beneficios económicos, sociales y ambientales que la población consigue a partir de ecosistemas saludables; como el agua para consumo humano, el almacenamiento de carbono, calidad del aire, entre otros.
Sobre este punto, Burkart señaló a OjoPúblico que, de cierta manera, el país subsidia a naciones más ricas, pero con menor cantidad de servicios ecosistémicos. Y se preguntó si el Perú no merecía ser compensado. “Como mínimo, las obligaciones de deuda peruana en poder de otros gobiernos deberían ser condonadas como parte de una recuperación económica mundial”, opinó.
De acuerdo a la clasificación descrita en el estudio, la biodiversidad peruana se encuentra distribuida en conjuntos de especies distintas (34,6%), territorios protegidos (21,5%), áreas de especies raras (6,4%) y otros (1,1%).
Estos porcentajes tienen mayor presencia en las regiones amazónicas de Loreto, Ucayali, San Martín y Madre de Dios, donde también se registran los mayores niveles de deforestación. Una reciente investigación del Proyecto de Monitoreo de los Andes Amazónicos (MAAP) detectó en estas regiones peruanas, por ejemplo, la construcción de 1.500 kilómetros lineales de caminos forestales en zonas sin autorización para la extracción legal de madera.
El artículo científico incluye un análisis preliminar de la organización científica Globaïa, enfocado en la importancia de crear corredores climáticos y de vida silvestre que conecten áreas protegidas y paisajes intactos.
Los datos recopilados por el estudio se presentan en un mapa interactivo, desarrollado por One Earth en alianza con Google Earth Engine, que ofrece cinco capas de visualización: sitios de especies raras, áreas de alta biodiversidad, grandes paisajes de mamíferos, áreas terrestres intactas y áreas de almacenamiento de carbono; que en conjunto comprenden cerca de la mitad de toda la superficie de la tierra.
«Es difícil estimar cuán grande es la contribución que hace el Perú a la estabilización de nuestra biosfera. Pero, según una evaluación reciente, podríamos calcular US$ 658 mil millones en servicios ecosistémicos por año. Eso es, aproximadamente, tres veces el PBI anual actual del país», señaló Karl Burkart.
El informe fue elaborado por la organización de investigación Resolve, en colaboración con la Universidad de Minnesota y la Universidad del Estado de Arizona.
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