Desde tiempos ancestrales, esta planta nativa ha sido la clave para proteger las cabeceras de cuencas además de ser el hábitat que necesita la biodiversidad de los bosques y humedales andinos.
El queñual, quinual o quewiña (del quechua qiwiña) es uno de los pocas especies forestales más resistentes al frío en el mundo, estudios revelan que algunas familias de esta especie se desarrollan por encima de los 5,200 metros sobre el nivel del mar.
MÁS RUMBOS :
Entre algunas de las propiedades benéficas de éste árbol podemos mencionar:
● Captura del agua del medio ambiente: muchos de los ríos y vertientes que pasan cerca de las comunidades tienen sus orígenes en las zonas altas cercanas a los bosques de queñua. Los árboles captan agua del aire y las nieblas, para soltar sus excedentes hacia el suelo, hasta formar riachuelos y manantiales, en beneficio de las partes bajas.
● Incrementa la cantidad de lluvia: los bosques producen parte de su propia lluvia porque despiden vapor de agua cuando transpiran, ésta se condensa en la superficie de las hojas y por la acción del calor se evapora y vuelve a caer en forma de lluvia.
● Controla la erosión: los suelos tienden a erosionarse cuando se pierde la vegetación que crece sobre éstos, las queñuas y los musgos protegen el suelo evitando que la lluvia caiga con mucha fuerza y arrastre la capa fértil del suelo.
● Genera microclimas: la existencia de los bosques de esta especie permite la formación de un clima templado donde se pueden sembrar tubérculos y cereales a través de sistemas agroforestales. Sirven como una barrera que reduce los cambios drásticos de temperatura entre el día y la noche, el número de heladas nocturnas y la velocidad del viento, aminorando los efectos negativos de fuertes vientos, lluvias excesivas y granizos.
● Otros: donde existe un bosque de queñua existe una gran variedad de plantas con distintos usos: alimenticias como papas silvestres y ocas, forrajeras para ganado camélido y vacuno, y también para uso medicinal. Además albergan una gran variedad de animales, por ejemplo, las aves que mantienen el equilibrio ecológico del bosque ayudando a dispersar semillas, pequeños mamíferos como la vizcacha y otros roedores que pueden ser usados como fuentes alternativas de alimento.
Un ejemplo vivo de las propiedades de los árboles nativo se da en el complejo arqueológico Machu Picchu en el Cusco, donde hasta ahora las fuentes de agua en las partes altas de dicha fortaleza no se secan y es que es alimentada por un gran bosque de quinuales con cerca de 6000 árboles, según refiere el Ing. Salustio Pomacóndor Zárate, gran investigador de las especies forestales nativas
Finalmente, ahora que a nivel mundial la escasez hídrica se va acentuando, la siembra de especies nativas como el quinual, el molle y el kiswar debería ser tomado en cuenta por las autoridades como una forma de recuperar la humedad de los suelos, incrementar las reservas hídricas que lo vamos a necesitar.
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