Muchas especies de aves sobrevuelan nuestras cabezas. Nos maravilla su color y su capacidad de volar pero, ¿porqué son importantes las aves? Esa interrogante se responderá en Pasco el próximo año. Va quedando todo listo para el XII Congreso Peruano de Ornitología que en 2020 se realizará en Oxapampa. Ya están abiertas las inscripciones.
El vuelo de un ave llama la atención de grandes y pequeños. ¿Cómo pueden volar? ¿Porque son tan coloridas? Muchos hemos pasado la mayor parte de nuestras vidas sin prestarles atención. Más allá de la avifauna que habitan algunos espacios en los barrios urbanos hay un amplio abanico de diversidad en torno a ellas.
Luego de que el Perú ocupara las noticias sobre la potencia aviar que somos y campeonar en certámenes globales de avistamiento de aves, el “pajareo” ya no ocupa solamente a científicos y estudiosos de las aves. También seduce a los ciudadanos comunes. Pero ¿que atrae de ellas? Para empezar asombra la enormidad de especies del dominio aviar.
Si pudiésemos ver todas y cada una de las aves del mundo, veríamos el mundo entero. En todos los confines de todos los océanos, en hábitats terrestres tan inhóspitos que los demás animales ni se acercan, podemos hallar criaturas emplumadas. Ah, la libertad de volar
La gaviota garuma cría a sus polluelos en el desierto de Atacama, uno de los lugares más áridos de la Tierra. El pingüino emperador incuba sus huevos en el frío invernal de la Antártida. Los únicos organismos más omnipresentes que las aves son seres microscópicos.
Para sobrevivir en tantos hábitats diferentes, las aproximadamente 10.000 especies de aves que hay en el mundo han desarrollado una diversidad morfológica espectacular. Su tamaño va desde el del avestruz, que puede superar los dos metros y medio de altura y está muy extendido en África, hasta el del colibrí de al menos unos 4 centímetros. Picos de todos los tamaños y formas como los del tucán o los del colibrí. Y qué decir del colorido plumaje que ostentan.
Las aves construyen viviendas para protejer a sus hijos y y por ello se abren paso en el avance urbano, precisamente uno cae en cuenta como se hacen un espacio en la ciudades. Nidos de palomas se estructuran con paciencia en iglesias y postes de luz y otras edificaciones urbanas. Más alejados, se construyen impresionantes huecos en la arena que sirven de cobijo para los mineritos peruanos o las lechuzas de los arenales.
El lenguaje complicado con el que se comunican, esa suerte de lengua cantarina de la cual nosotros ni idea tenemos, pero que ellas utilizan para comunicarse con sus pares sobre algunos eventos: cortejo, peligro, camuflaje. Sin embargo lo que nos hipnotiza de ellas, lo que nos causa envidia a rabiar, es su capacidad de vuelo.
Las águilas aprovechan las corrientes térmicas; los colibríes se detienen en el aire; las codornices rompen a volar de repente. Las aves plantean rutas de vuelo que envuelven el planeta y que cualquier compañía aerocomercial quisiera tener. Van de árbol a árbol y de continente a continente.
Pero hay algo que las aves no pueden hacer y eso es ejercer dominio sobre su propio entorno tal y como nosotros lo hacemos. No pueden proteger humedales, gestionar pesquerías ni climatizar nidos. Solo cuentan con los instintos y capacidades físicas que les ha legado la evolución. Y que les han dado un resultado excelente durante mucho tiempo: 150 millones de años de experiencia tenían cuando aparecimos los seres humanos.
El nuestro ha sido un encuentro que viene siendo letal para ellas. Los humanos nos hemos especializado en sabotear todos su hábitats, hemos cambiado la superficie de la tierra, hemos contribuido a cambiar el clima y los océanos, hemos convertido en desmonte los humedales,- paradas obligatorias de las aves en su camino migratorio- todo ello con tanta velocidad que las hemos dejado sin armas adaptativas para contrarrestar su supervivencia.
“A diferencia de otros animales, como por ejemplo los felinos, las aves son muy fáciles de ver, de escuchar y de contabilizar. Los cielos están llenos de pájaros y por eso su estudio es una herramienta muy poderosa para conocer los efectos del cambio climático”, afirmó en una entrevista con a Efe Tom Schulenberg, biólogo de la Universidad de Cornell, en Nueva York.
Al menos el 40 % de las especies de aves en todo el mundo se encuentra en declive, el 44 % mantiene poblaciones estables y sólo el 7 % muestra una tendencia creciente, según un análisis de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) elaborado por BirdLife International con motivo del Día Mundial de las Aves. Quizá veamos contentas a palomas en los parques comiendo las migas de pan, galletas o lo que sea que les arrojemos. O a petirrojos anidando y trinando en las copas de árboles pero impregnados de smog. Entonces , hay que preguntarse ¿Son valiosas las aves solo por sus trinos o su colorido plumaje?
Tráfico aviar
Hablar de valor en nuestro país solo tiene un camino. Qué tan rentables son . ¿En estado salvaje aportan un valor económico? Sí, lo hacen. Pero estamos poco enterados: algunas son comestibles, otras se comen insectos y roedores dañinos, y otras desempeñan funciones de vital importancia como polinizar plantas, esparcir semillas y ser parte de la cadena alimenticia. En los últimos años se han vuelto un valor agregado para los destinos turísticos, en espacios naturales protegidos.
Para el investigador, Fernando Angulo, las poblaciones de aves son importantes indicadores de salud ecológica. ¿Pero realmente necesitamos que desaparezcan para saber que los bosques caen por la codicia maderera o por los incendios forestales o que mares ríos y lagunas están sumamente contaminados ? No obstante el valor de nuestras emplumadas puede tornarse escalofriante y el beneficio económico parece ser el criterio supremo.
No es solo el cambio climático, la devastación de los hábitats lo que puede ultimarlas, lo hace también el creciente tráfico de animales silvestres, lo que anuncia un futuro sombrío, con extinciones masivas. Luego del narcotráfico, el tráfico de armas y la trata de personas, el tráfico de animales silvestres es el cuarto comercio ilegal que mueve más dinero en el mundo. La codicia y la corrupción de funcionarios hacen que este negocio prospere cada día.
En marzo de este año se intervino un bus interprovincial que iba de Pucallpa a Lima, y en la maletera se encontraron 1125 aves, de estas 1100 eran pihuichos ala amarilla (Brotogeris versicolurus), una de las aves rankeadas del comercio ilegal. Así como esta, las historias de camuflaje de aves articulando toda una red de contrabando, es pan de cada día.
En el Perú como en Guyana y Surinam es aún permitida la exportación legal de avifauna; con la condición de que estas solo pueden provenir de áreas de manejo autorizadas y zoocriaderos de reproducción que tienen en la actualidad una capacidad limitada y que a decir verdad son casi inexistentes en el país. La organización global Traffic ha señalado que la gran mayoría de aves que se venden localmente y que se exportan legalmente del país provienen en realidad del tráfico ilegal. Además menciona que, por su ubicación estratégica, el Perú es receptor y fuente de especies de aves silvestres desde y hacia países vecinos como Ecuador, Brasil, Bolivia y Chile, convirtiendo el tráfico de especies silvestres en un desafío regional.
Cónclave de ornitólogos y aficionados
En nuestro país existe un creciente interés de gobiernos, profesionales y aficionados por el estudio y conservación de aves. En ese sentido, cada año se realizan un sinnúmero de eventos nacionales e internacionales, que reúnen a profesionales dedicados a la ornitología, con la finalidad de compartir experiencias, nuevos hallazgos, y datos o cifras generadas en investigaciones.
En el caso del Perú, desde hace algunas décadas se celebra un cónclave de pajareros que cada vez suscita el interés no solo de estudiantes y científicos. También de aficionados. Pues bien para todos ellos ya se anunció que el XII edición del Congreso Peruano de Ornitología se llevará a cabo en la ciudad de Oxapampa, Pasco del 25 al 30 de mayo. Allí se han unido instituciones públicas y privadas, las cuales vienen trabajando con mucho entusiasmo para hacer de este evento una experiencia inolvidable tanto para sus participantes como para sus organizadores.
Es la oportunidad para observar además la particular avifauna que se encuentra en el Parque Yanachaga Chemillen o las Reservas Comunales de Yánesha y El Sira, así como en el Bosque de Protección de San Matías San Carlos y compartir conocimientos pajareros con los locales ya que la observación de aves comienza a ganar terreno en esta región .
Como viene sucediendo desde hace un tiempo este Congreso Peruano de Ornitología es organizado por la Unión de Ornitólogos del Perú (UNOP), la Universidad Científica del Perú (UCP) y el Centro de Ornitología y Biodiversidad (Corbidi). Nos vemos en mayo de 2020.
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