- Empresa Repsol asegura que ya realizó la limpieza del “fondo marino, las playas y las zonas accesibles”, pero especialistas y OEFA registran aún playas y acantilados con restos de hidrocarburos
Por Guillermo Reaño / Viajeros
El último informe emitido por el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), siete meses después de ocurrido el derrame de petróleo en Ventanilla, es concluyente: 27 de los 57 sitios evaluados hasta este momento muestran signos de afectación debido a la presencia de hidrocarburos.
El reporte del organismo adscrito al Ministerio del Ambiente (Minam) encargado de la fiscalización ambiental da cuenta de la presencia de hidrocarburos en playas que suelen ser muy concurridas en verano como Cavero y Costa Azul, en Ventanilla; Santa Rosa Club, en el distrito del mismo nombre, y Club Naval, Miramar y Las Conchitas, en Ancón.
Solo diez playas y tres puntas estudiadas en el marco de las acciones de evaluación ambiental fueron consideradas libres de hidrocarburos.
Entre las playas descontaminadas, OEFA incluye a Bahía Blanca, en el distrito de Ventanilla, y Chorrillos, en Chancay.
“No entendemos por qué se está incluyendo en la lista de playas limpias a Bahía Blanca, cuando es evidente que todas las playas de sus alrededores están contaminadas”, refirió Alejandro Huaroto, pescador de La Playuela, en Ventanilla, en conversación con Actualidad Ambiental.
Contrario a las declaraciones del OEFA, la empresa de capitales españoles publicó este lunes en el diario La República un aviso señalando nuevamente que las tareas de limpieza realizadas por sus equipos reportan, desde el 13 de abril, como limpios “el fondo marino, las playas y las zonas accesibles”.
Como evidencia del trabajo realizado incluyen en el mencionado aviso publicitario las fotografías de Isla Mata Cuatro, en Ancón, y playa Cavero, en Ventanilla. La primera de ellas, al menos en lo que se refiere al sector de la playa frente al acantilado de Isla Mata Cuatro y la populosa playa chalaca, están consignadas en la lista de sitios afectados por hidrocarburos por OEFA.
“Tres de los cuatro lugares que Repsol indica en las fotografías de La República como limpios corresponden a sitios contaminados en los reportes de OEFA. Alguien no está haciendo bien su trabajo o se está esperando pasar por aguas tibias las denuncias que venimos haciendo”, nos comentó Juan Carlos Riveros, director científico de la ONG Oceana.
El informe de OEFA, emitido un mes después de una evaluación que determinó la existencia de 19 playas afectadas por el derrame de hidrocarburos, no incluye los peritajes en las playas e islas de la Zona Reservada de Ancón y la Reserva Nacional de Islas, Islotes y Puntas Guaneras.
Cabe añadir que OEFA tiene a su cargo la evaluación de 97 sitios impactados por la mancha oleaginosa en un radio de 60 kilómetros del litoral entre la playa Ventanilla, en el Callao y la playa Punta Salinas, en el distrito de Huacho, provincia de Huaura.
La posición de Repsol
Repsol ha manifestado repetidas veces que van a estar atentos a los resultados de estas evaluaciones para implementar los planes de rehabilitación donde correspondan a fin de que la población afectada pueda retornar a sus actividades económicas en las zonas impactadas.
Quedan, no obstante, cuarenta sitios por evaluar y, además, la implementación de las acciones de remediación donde tenga que hacerse, además de los trabajos de limpieza en el llamado serpentín de Pasamayo, una zona donde se ha dejado de actuar debido a las dificultades de acceso.
La ecóloga Susana Cárdenas, directora del Centro para la Sostenibilidad Ambiental de la Universidad Cayetano Heredia, una institución que ha venido apoyando al Sernanp con la aplicación de las necropsias a las aves muertas a consecuencia del derrame, con el objetivo de obtener evidencias del impacto de los hidrocarburos en la fauna afectada, expresó lo siguiente sobre las versiones que tanto el Estado como Repsol han dado en los últimos días:
“Posiblemente la superficie del mar evaluado no tenga en estos momentos las manchas negras que precedieron al derrame; sin embargo, habría que determinar en qué condiciones se encuentra el fondo marino para emitir una opinión concluyente. Soy de las que creen que todavía debe haber concentraciones de hidrocarburos en esas zonas tan importantes para la vida marina”.
Para la científica que también dirige el icónico programa Punta San Juan en Marcona, el Estado tiene que seguir convocando a los expertos en estos temas para fortalecer su posición. “El derrame debería servirnos para generar la expertica que necesitamos como país para enfrentarnos a sucesos de esta magnitud. El Perú es un país que depende de las actividades extractivas y en ese sentido debemos ser muy cuidadosos”, añadió.
Mientras tanto, y pese a lo que digan unos y otros, la opinión pública sigue exigiendo celeridad y el compromiso de todos los actores del drama de Ventanilla, el peor desastre ecológico de la historia reciente del Perú, según Naciones Unidas, para volver a la ansiada normalidad.