Por Andrea Morales / Conservamos por Naturaleza
Pedro Ortiz dice con orgullo que es pescador porque su padre le enseñó. “Vengo de una familia de pescadores, mi abuelo fue pescador y le enseñó a mi papá; luego mi papá me enseñó a mí y así”, cuenta mientras camina por la ruta que sus antepasados crearon para poder ir a pescar.
El señor Ortiz es el presidente de la Asociación de Pescadores Artesanales Peñeros de La Chira, Conchán y La Herradura, que agrupa a más de 100 pescadores de estas tres playas emblemáticas de Chorrillos. Si bien esta asociación fue inicialmente creada para luchar contra la pesca ilegal en la zona, sus objetivos han ido creciendo tal como el cariño y respeto que han desarrollado con el mar y entre ellos mismos.
“Espero que este paseíto sea fructífero para ustedes y puedan apreciar cómo realizamos nuestra faena, nuestra pesca, ahí en las riberas de las playas”, dice Andrés Malasquez, vicepresidente de la asociación, antes de empezar la ruta de una hora en el que participan más de 20 personas que son quienes inauguran este recorrido.
La ruta del camino tradicional de pesca de la zona de La Chira y Conchán es una iniciativa de turismo comunitario en la que se busca trasmitir los conocimientos ancestrales de los pescadores de Chorrillos y promover el respeto y cuidado del ecosistema marino. El recorrido inicia en el local de la asociación, a unos 10 minutos caminando desde la playa La Chira, y pasa por las peñas ‘El infernillo’ y ‘El diablo’.
Durante 5 años, estos hombres de mar han luchado contra la pesca ilegal, pero hoy renuevan su compromiso con una meta que combina su experiencia y con la que comparten su trabajo con la ciudadanía: implementar la primera ruta turística marina de Chorrillos.
La idea surgió junto con el proyecto Pescando Oportunidades de la organización estudiantil Vox Sumus y Ollas Sostenibles. “Los pescadores siempre habían tenido en mente promover el turismo en la zona. Sin embargo, por la inestabilidad del camino y las invasiones era difícil concretarlo. Entonces, los estamos apoyando con herramientas de gestión y otros para que se haga realidad”, cuenta Grace Pasco, directora de Pescando Oportunidades.
En setiembre de este año, los pescadores, junto a las organizaciones estudiantiles, lanzaron su primer recorrido piloto. Aunque aún están terminando de preparar sus caminos para las visitas que esperan recibir, la vista del litoral y el testimonio de primera mano de los pescadores hicieron de esta una experiencia enriquecedora. El objetivo es que esta ruta se convierta en una alternativa de trabajo para las temporadas bajas de pesca, como una posibilidad para dar sostenibilidad económica y difundir saberes ancestrales.
“Es importante visibilizar a las comunidades pesqueras que conservan sus conocimientos tradicionales porque son parte del patrimonio cultural inmaterial y porque tienen una relación de interdependencia y no de dominio con los recursos marino-costeros”, explica Esther Anaya, especialista de Turismo Comunitario del Mincetur.
En el recorrido piloto, participaron funcionarios y representantes del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, la Gerencia de Desarrollo Económico de la Municipalidad de Lima, Conservamos por Naturaleza, Ollas sostenibles y estudiantes invitados por Vox Sumus.
“Queremos también implementar un taller vivencial donde les enseñemos a la gente a pescar, a hacer los amarres, cómo sacar la carnada y cómo hacer nudos”, sueña el experimentado pescador Ricalde Lázaro, mientras sus compañeros pescan con cordeles desde una peña conocida como ‘La Plancha’.
Luchando contra la contaminación
En el 2017, más de 100 pescadores de La Herradura, La Chira y Conchán fueron oficialmente reconocidos como asociación ante la Municipalidad de Chorrillos y así pudieron organizarse para cuidar el mar y sus ecosistemas, retomando lazos que sus padres y abuelos forjaron años atrás.
“Trabajando juntos nos dimos cuenta de que la basura y el desagüe también nos afectaba a todos. Por más que limpiamos, las playas se llenan de desmonte”, señala el dirigente. Así, junto a sus compañeros, vienen realizando diversas jornadas de limpieza de playas en diferentes momentos del año. Ello para frenar de alguna forma la marea por contaminación que afecta a su trabajo, pero, también, a toda la comunidad costera de nuestro país.
El último 12 de setiembre, la asociación remitió un oficio al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), para denunciar la contaminación en la playa Conchán. El documento señala que, a partir de una invasión iniciada en abril del 2021, las playas han tenido un aumento significativo de todo tipo de basura y residuos sólidos en las peñas de la zona. Aunque aún no han tenido una respuesta, los pescadores esperan que este solo sea el primer paso para que OEFA evalúe el impacto de la contaminación e inicien acciones.
“Las peñas conforman parte del ecosistema marino costero del sector y la contaminación está afectando a la fauna marina. Estamos sumamente preocupados, porque nosotros protegemos esta zona desde hace generaciones y a la vez es parte de nuestro sustento diario”, afirma Pedro Ortiz.
Además del riesgo al que diariamente se enfrentan por pescar desde los acantilados, los pescadores de La Chira, Conchán y La Herradura se enfrentan a otros problemas que ponen en peligro no solo su vida sino también su trabajo como la pesca ilegal, la inseguridad ciudadana, las invasiones y la contaminación de sus costas.
Lejos de amilanarse ante los problemas, ellos apuestan por buscar formas innovadoras y sostenibles de seguir trabajando y mantener vivas las enseñanzas de sus antepasados. El abuelo y papá de Pedro Ortiz fueron pescadores y tuvieron un mar donde pescar. Ahora él y sus compañeros tienen el compromiso de continuar con este trabajo, así como asegurar que la ruta pesquera por la que caminaron tantos otros pescadores siga estando ahí para futuras generaciones.