Nuestro país es un enigma que se va descifrando poco a poco a través de los años, aún hay mucho que descubrir de este territorio ignoto, especialmente de la Amazonia Peruana que ocupa el 60 % de nuestro mapa nacional. “Jaén. Arqueología y turismo” es una publicación que abre una región encubierta que se gesta entre piedras y espirales, conectando al Perú y Ecuador, con una sola cultura: La Marañón.
El Dr. Quirino Olivera Núñez, es cajamarquino de nacimiento y arqueólogo de profesión, fascinado por la provincia de Jaén, en la región de Cajamarca, emprende una investigación en el 2009, que años más tarde le lleva a publicar el libro “Jaén. Arqueología y Turismo” el cual muestra la grandeza de un tesoro que estaba oculto al nororiente del Perú: el templo arqueológico de Montegrande. Esta edición es financiada por la Municipalidad Provincial de Jaén, contiene 247 páginas impresas a full color y en papel couché que no solo nos abre paso hacia una cultura milenaria, sino que también nos invita a conocer más de su tradición, entre comidas, paseos y visitas culturales, orientado a las expectativas del viajero moderno, impulsa a implementar un plan integral para el desarrollo sostenible de la provincia de Jaén.
MÁS RUMBOS:
La calidad de este tomo implica investigaciones hechas en cuatro partes. Autores como Ulises Gamonal Guevara, escritor cajamarquino oriundo de la provincia de Cutervo; Sandra Nichols, geógrafa cultural organizadora del proyecto “La Ruta de Humboldt”; Ryan Clasby, arqueólogo antropológico especializado en la prehistoria andina y amazónica; Dr. Atsushi Yamamoto, reconocido arqueólogo de nacionalidad japonesa; el Dr. Francisco Valdez, arqueólogo ecuatoriano; José Peña Martínez y Marina Ramírez Santillana, arqueólogos con renombre en el país. Cada investigación reúne la riqueza del patrimonio del distrito, el cacao arqueológico, que debido a su antigüedad es conocido como el alimento de los dioses y el circuito turístico amazónico binacional Ecuador-Perú, que permite encontrar una pieza más del rompecabezas de la historia del Perú, que remonta hacia 5,300 años aproximadamente, siendo contemporánea con la cultura Caral al norte de Lima.
El libro ha abierto muchas puertas internacionales, Discovery Channel difundirá un documental completo acerca de este descubrimiento, aparte el Fórum de Arqueología en Shangai y la Academia de Ciencias de China, que han catalogado a Montegrande como uno de los mejores descubrimientos arqueológicos del mundo y Roger Atwood, miembro de la revista Archaeology de los Estados Unidos, que incluyó en su artículo al Templo de Montegrande entre los diez mejores del mundo.
El desarrollo de la cultura Mayo-Chinchipe-Marañón, abarca desde la cuenca del río Chinchipe en Ecuador, hasta su desembocadura en el Marañón en el Pongo de Rentema en lado de Perú, este proyecto pudo realizarse por el apoyo binacional de ambos países, los profesionales comprometidos con el plan, a pesar de tener complicaciones por su ubicación geográfica y medioambiental, supieron manejar muy bien parte de sus estudios para comunicar con mucho entusiasmo experiencias de esta naturaleza. Tengamos bien en claro que el patrimonio cultural existe gracias al financiamiento adecuado para realizar esta clase de planes arqueológicos.
El origen de la civilización está en la Amazonia, afirmaba Julio C. Tello y trayendo sus palabras al presente, podemos decir que Montegrande es un enigma arqueológico de la Amazonía peruana, su antigüedad es tal, que nos deja la puerta abierta para reescribir nuestros inicios y enriquecer el pasado. Aún tenemos mucho que aprender de la cultura Marañón
Este libro marca el camino para recorrer la tierra de nuestros ancestros que viven con nosotros a través de la certeza. Nuestra historia es un tejido interminable que va tomando fuerza con el paso del tiempo. La espiral que acompaña a Jaén es símbolo de vida y fertilidad, aparte de movimiento y constante cambio. Esa espiral está dibujada en nuestro cuerpo, moviéndose al compás de los días, nos muestra que la pachamama y el ritmo de la vida, están conectadas en un mismo sentido, siempre en espiral, su dirección va hacia nuestro interior haciéndonos recordar que todo en este mundo obedece a un orden que rara vez respetamos. De ahí la ley universal del Kybalion: “como es arriba es abajo; como es adentro, es afuera” Hay hilos que se tejen por eternidades y son indestructibles, a través de estos descubrimientos cargados de símbolos universales podemos comprender que parte de nuestra existencia vibra con cada espacio de esta tierra.
Interesante. Bueno