El norte de Lima se suma a la cadena de hallazgos en la ciudad. Esta vez se trata de dos fardos y un ajuar de vasija cerámica
Por Ernesto Carlín / El Peruano
En ciertas zonas del norte de la ciudad de Lima dominó la etnia de Collis. Por ellos surge, por ejemplo, el nombre del distrito de Collique. Otro distrito en el que se instalaron fue Puente Piedra.
En este último, de acuerdo con los estudiosos, los incas instalaron un complejo que servía para controlar esta parte del valle del Chillón: Tambo Inga.
Desde hace unos meses, la Municipalidad de Puente Piedra desarrolla trabajos de puesta en valor del sitio prehispánico y de sensibilización sobre su importancia con los vecinos actuales.
Durante estas labores de potencialización del espacio se descubrieron de forma fortuita un par de fardos funerarios. Ellos darán información valiosa para saber cómo vivían los Collis bajo el dominio del Tahuantinsuyo.
De muros y ajuares
Entre los trabajos de puesta en valor se descubrió que una de las paredes que formaban la entrada a un recinto, en la parte más alta del complejo, había colapsado.
Al hacer la limpieza respectiva, el equipo dirigido por la arqueóloga Roxana Gómez encontró dos fardos funerarios de regulares proporciones.
La especialista comentó al Diario Oficial El Peruano que uno de ellos se abrió, producto de la caída de la pared, dejando al descubierto su interior.
MÁS RUMBOS:
Detalló que se trata del cadáver de una joven de entre 25 y 28 años. Asimismo, indicó que tanto en la proximidad del fardo abierto como del que quedó cerrado se encontró material relacionado con la confección textil.
Por ejemplo, tenían lo que los arqueólogos llaman “espadas de tejer”, que sirven para generar los hilos de algodón o lana.
También se encontraron cerámicas. Gómez especuló que se podrían encontrar semillas en estos utensilios, como era habitual en la época previa a la llegada de los españoles.
Otro dato interesante que proporciona la arqueóloga es que por el lugar encontrado deben ser personajes con cierto poder.
Precisó que la jerarquía de los difuntos estaría relacionada con la que tenía el complejo de Tambo Inga. Eso quiere decir que eran importantes para esa parte del Valle del Chillón.
Agregó que su ubicación también da cuenta de que los colocaron para que sirvan de guardianes del lugar.
Dato
3 hectáreas cuadradas es el área del complejo de Tambo Inga.
