Con ingenio y creatividad, en la provincia cusqueña de Calca, los miembros de una coperativa son los centinelas de la diversidad del Valle Sagrado de los Incas al propiciar el uso de los maíces de colores en joyería y motivar su vigencia en los sembríos rurales.
Cusco y el saludable clima de Calca. Razones para visitar el Valle Sagrado sobran pero tenemos una más para añadir: inspiración para el diseño. La lista de motivos para viajar hasta el sur del país a la búsqueda de placeres que complazcan los sentidos, que enriquezcan el alma, es variada y, a veces, por aquí, se convierten en objeto de colección.
MÁS RUMBOS:
La orfebrería, de largo trajín en el periodo precolombino, ha garantizado la genialidad y la experiencia que en la actualidad ostentan algunos exponentes, maestros en técnicas ancestrales. Pero siempre se abre paso, la innovación. Ese es uno de los motivos que nos trae por este cálido rincón de valle, donde crece, colorido: el maíz.
Es posible que ahora los campos del Valle Sagrado tengan un color más homogéneo. A raíz del boom exportador y la fama mundial del maíz blanco gigante del Cusco o Paraqay, que se cultiva de manera exclusiva en este valle; los campos de maíz han perdido las franjas coloridas que antaño aportaban las otras variedades nativas. Una amplia variedad era cosechada entre Calca y Urubamba, tanto que era común que entre los agricultores se intercambie semillas y surja la pregunta ¿cuántos colores de maíz tienes? Sin embargo el material genético de esas variedades se va perdiendo al no tener el mismo interés comercial que tiene ganado el Paraqay y se deja su siembra para aumentar la del maíz blanco gigante de Cusco.
Así como la papa y la coca, el cultivo del maíz era uno de los principales para los antiguos peruanos . El Perú posee al menos 53 variedades de maíz, según Instituto Nacional de Investigación Agraria de la Universidad Agraria La Molina, y más de una decena de variedades germina en el Valle Sagrado. Para evitar que toda esta colorida herencia se pierda, las andenerías incas de la Cooperativa Cristo Salvador de Urco, en Calca, se ocupan de salvaguardar estos cultivos en sus terrazas a fin de darle un valor agregado a estos granos y convertirlos en piezas de joyería fina.
Es así que dos granos de maíz de la variedad Chulpi son ahora un par de pendientes, siete pétalos de maíz de la variedad Cusco forman parte de un fabuloso collar y así durante más de una década la propuesta de la Asociación de jóvenes Imperio Urco está dedicada a la elaboración y comercialización de Joyas en plata y Bisutería fina con la marca “Sara Ecobiux”.
Sara que en quechua significa “maíz” formaba parte del panteón de dioses andinos. Cuenta la tradición que Mama Sara, tenía la habilidad de convertirse, con la ayuda del Inti (Sol), en una mazorca de maíz. De esa manera pudo huir de la posesión del hechicero Kuru, al que había sido prometida. Instaurado su culto, la diosa sólo se dejaba cosechar por las mujeres, en las fiestas de mayo, puesto que si los hombres la tocaban todas las cosechas se marchitarían.
No obstante, ahora son los muchachos de la asociación quienes hacen verdaderas piezas de arte con los granos del maíz. No están muy alejados del uso que se le daba a estas semillas. El maíz solía destinarse principalmente para la preparación de chicha de jora, pero también tenía otros protagonismos: para la adivinación así como para la curación y sanación. Infaltable elemento en los rituales de pasaje, y otros tantos usos en el ajuar y la alimentación que se le atribuyen a este cultivo que prosperó en buena parte del continente.
Por ahora este grupo de jóvenes emprendedores tiene funcionando un taller de producción en la localidad de Urco, Calca, transformando con mucha destreza y creatividad al menos 500 gramos de plata al mes, y atendiendo a los principales mercados, local, nacional e internacional. Pero hay una cosa que no debe pasar por alto. El taller es también un pequeño museo dedicado al maíz, dónde se albergan además una gran colección de variedades de frejoles y otras semillas andinas con las que incursionan en el diseño de sus piezas. En este escondido banco genético, en esta suerte de laboratorio metalúrgico – agroecológico es que se reciben a visitantes para compartir esa larga tradición de orfebres y agricultores de los andes con la esperanza que tamaña riqueza natural se conserve. Y que estos campos del Valle Sagrado no pierdan esa mezcla biodiversa de bellos matices.
En rumbo:
Programa: La Municipalidad provincial de Calca y Procompite patrocinan esta iniciativa para el rescate de granos de colores, promoviendo el uso artístico a los maíces. Así potencian su uso y vigencia en los sembríos rurales.
Visitas: Ämak Valle Sagrado prepara estas experiencias como parte de las actividades que ofrece a sus huéspedes.
+ Info: saraecobiux.com
Consultas y coordinaciones: 921688927 / 974328196
Cómo llegar: Desde Cusco a Calca y a la coperativa Agraria Cristo Salvador de Urco 1 hora. 30 minutos en auto.
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