- Construída hacia 1672, la iglesia de Nuestra Señora de la Soledad se ubica en la plazuela de San Francisco, espacio público emblemático del Centro Histórico de Lima.
El criterio de conservación utilizado por los profesionales y especialistas de Prolima para su puesta en valor permite que, de hoy en adelante, todos los limeños y visitantes de esta parte de la ciudad disfruten de sus tres momentos de pintura mural, concentrados en su fachada principal. El más longevo, que data de la construcción de la iglesia, fue elaborado bajo la técnica del trampantojo, con la que se emula una construcción de ladrillos en tono rojizo. En base a evidencia histórica, se ha determinado que éste acabado habría sido el predominante en todo el conjunto franciscano.
MÁS RUMBOS:
La recuperada fachada de la iglesia de Nuestra Señora de la Soledad también nos permite conocer los cambios en su estilo arquitectónico. Las huellas en su portada permiten concebir una idea más cercana de la que fuera su configuración barroca originaria, modificada a inicios del siglo XIX para dotarla de un estilo neoclásico que conserva hasta nuestros días.
En base a información histórica, se elaboraron piezas para restituir elementos deteriorados o perdidos como ventanas, rejas, balaustres, cruces, ánforas y jarrones; una campana en la torre izquierda y una escultura polícroma de San José en la portada lateral; también se restauró la imagen de la Virgen de Nuestra Señora de la Soledad, ubicada en la hornacina de la portada principal.
La puesta en valor de la fachada de esta emblemática iglesia se enmarca en el Plan Maestro para el Centro Histórico de Lima, con vigencia al 2029 y visión al 2035. La ejecución de este proyecto se integra con la peatonalización del Damero de Pizarro y la futura recuperación integral de la plazuela pública de San Francisco.
En rumbo:
- Los orígenes de la iglesia se remontan a 1604, año en que los hermanos de la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad concluyeron las labores de erección de una capilla primitiva de características sencillas.
- En 1670 se reedificó la capilla con una planta en forma de cruz latina de brazos cortos, consolidando de esta forma ese diseño para la ciudad de Lima. También se niveló la traza a la altura del convento permitiendo un mayor espacio para la plazuela de San Francisco.
- A inicios del siglo XIX se produjeron modificaciones que dotaron de un estilo neoclásico a la fachada, dándole el aspecto que hoy apreciamos, salvo algunas modificaciones producidas por el paso del tiempo, los terremotos y la evolución urbana.
En la actual iglesia podemos encontrar una de las esculturas más representativas del barroco limeño y que cuenta con más de 400 años de creación: el Cristo del Descendimiento, una escultura articulable, elaborada por Pedro de Noguera en base a madera encarnada y policromada.