Por Milagros Milián
Haciendo un recorrido por el Centro Histórico de Lima, los destinos obligados a visitar son la Catedral de Lima y el Palacio Arzobispal, situados en plena Plaza de Armas, corazón histórico de la capital. Ambas edificaciones han acompañado la formación de un Perú diverso, en el que la presencia de la religión católica, como ente evangelizador, era el eje normalizador en la naciente sociedad limeña.
Ambas instituciones religiosas cuentan con museos que muestran parte de esta historia. Resguardan reliquias de santos, piezas de arte, esculturas, lienzos, mueblería, arquitectura neocolonial y criptas hoy abiertas al público, para dar un paseo y conocer esa Lima colonial, a través del arte religioso.
Palacio Arzobispal de Lima
MUSEO DE LA CATEDRAL DE LIMA
La Basílica Catedral Metropolitana de Lima es un lugar rodeado de historia, fue el punto donde el 15 de enero de 1535, Francisco Pizarro fundó la llamada Ciudad de los Reyes. Pero, además, recientes estudios indican que en el espacio donde se situó la Catedral, antiguamente hubo un edificio de adoración al dios Puma Inti.
Desde hace unos años, la Catedral propone el recorrido a su museo. Un museo vivo en el que los espacios se combinan con las misas y prácticas religiosas actuales. Desde ahí, se muestra y conserva valiosas piezas religiosas de nuestra historia virreinal.
MÁS RUMBOS:
Repasando la historia en la Cripta de Pizarro
Como sabemos, los restos del conquistador permanecen en la Catedral de Lima, dentro de un mausoleo (antiguamente Baptisterio) que lleva su nombre. Este espacio, finamente decorado con paneles de mosaicos venecianos, muestra también la escena de la Isla del Gallo, la Piedad y el primer Escudo de Lima. Aquí descansan los huesos de Pizarro, encontrados de forma casual por unos obreros mientras se realizaban trabajos de conservación en 1977.
Cripta de Pizarro
El Altar Mayor y su sillería
El altar mayor de la Catedral quizás sea su pieza arquitectónica principal, la más llamativa al estar expuesta al público y feligresía. Fue elaborado, diseñado y construido por el clérigo español Matías Maestro (arquitecto, urbanista, pintor y escultor), quien trabajó esta obra desde 1806.
Su estilo es neoclásico, está rodeado y decorado por la Sillería Coral, bellísima pieza de madera de cedro, al igual que el órgano (ubicado en el segundo nivel), proveniente de Bélgica y regalo del arzobispo Francisco Xavier de Luna Pizarro.
Altar Mayor
Órgano
Un altar rodeado de capillas y criptas
El Museo de la Catedral propone un recorrido por quince capillas que preserva, dedicadas a diversas imágenes religiosas como la de Nuestra Señora de la Evangelización, Nuestra Señora de la Candelaria y de la Asunción. Asimismo, resaltan otras capillas como la de San Juan Bautista y la de los Santos Peruanos.
Retablo de la capilla de Nuestra Señora de la Evangelización
Algo interesante es que debajo de estas capillas, se tiene la certeza que existe todo un sistema de entierros y criptas que datan de la colonia, los que mantenían comunicación entre ellos por medio de túneles.
Recordemos que, en el sistema mortuorio colonial, se pensaba que mientras más cerca una persona era enterrada del altar mayor, más asegurado tenía su ingreso al cielo. Por ese motivo, debajo del Altar Mayor, se encuentra la Cripta del Arzobispo, en donde los visitantes pueden ver restos fósiles y ataúdes de arzobispos e integrantes de cofradías.
MUSEO DEL PALACIO ARZOBISPAL
La ruta museográfica de la Catedral nos invita a seguir aprendiendo a través de las piezas de arte del Museo del Palacio Arzobispal, que se encuentra al costado de la Basílica. Este lugar es un ejemplo del estilo arquitectónico neocolonial peruano y fue inaugurado en 1924.
El Palacio Arzobispal, anteriormente Arzobispado de Lima, funcionó como sede administrativa de la evangelización y hace once años es un museo que muestra piezas de gran valor patrimonial, entre lienzos, esculturas, mobiliario, reliquias de santos, un altar barroco limeño, arquitectura neocolonial y más.
Un recorrido artístico mariano
El primer nivel ostenta una rica colección de arte virreinal religioso, traída de diferentes conventos e iglesias del país. El hilo conductor de sus salas narra las etapas de la vida de la Virgen María, desde su concepción, nacimiento, maternidad y asunción a los cielos.
Resalta la sala de Las Siete Tablas de la Virgen, superficies de madera policromada del siglo XVII, en alto relieve, que fueron restauradas y recuperadas casi en su totalidad, representan distintos momentos de la vida de la virgen.
La Virgen de la Dormición y la Asunción
Otro espacio a destacar es la sala de la Dormición de la Virgen y de la Asunción, cuyo hilo narrativo nos muestra el famoso lienzo del reconocido pintor limeño Cristóbal Lozano: La Coronación de la Virgen (siglo XVIII), que para muchos es considerada una obra magnífica, un ensayo de retratos de la época.
Asimismo, aquí se encuentra a la Virgen de la Dormición o Virgen del Tránsito, una curiosa pieza de arte, de pequeñas dimensiones, que representa el momento de la “muerte” de la Virgen, quien cae en un sueño profundo para ser asunta a los cielos. La pequeña escultura debe ser observada de ambos lados para apreciar aquel momento del tránsito.
Las reliquias del museo
Este museo atesora invaluables reliquias. Una de ellas es el cráneo de Santo Toribio de Mogrovejo, Patrono del Episcopado Latinoamericano, que se encuentra en la Capilla Arzobispal. Recordemos que Santo Toribio era conocido como el santo defensor de los indígenas.
Capilla Arzobispal
En otra sala, se encuentran restos del dedo de este santo, al igual que parte del cráneo de San Francisco Solano y una pequeña fracción de los huesos de Santa Rosa de Lima, cuidadosamente guardados en una custodia.
La Casa Arzobispal
El segundo nivel del museo está conformado por una sucesión de oficinas y ambientes ornamentados con mobiliarios de época que componen la Casa Arzobispal. Esta planta brinda una clara visión de las funciones evangelizadoras que administraba este edificio desde el siglo XVI.
Incluye un recorrido por el Comedor Arzobispal, el Despacho, el Salón del Trono, sus lienzos, mobiliario y balcones, recientemente abiertos al público. En esta zona, durante años, se ha recibido a personajes ilustres como la Madre Teresa de Calcuta, el cardenal Ratzinger, el Papa Francisco, entre otros.
El Salón del Trono es una sala de inicios del siglo XX, destaca por el asiento destinado al Arzobispo de Lima, por la mueblería y una colección de pinturas de los cardenales del país. Desde este espacio se puede acceder a los impresionantes balcones.
Salón del Trono
PANORÁMICAS DESDE LOS BALCONES NEOCOLONIALES
Los balcones del Palacio Arzobispal son los elementos más destacados de la fachada del palacio. Elaborados en madera de cedro, tallados a mano y de estilo neobarroco o neocolonial, están actualmente abiertos al público para el deleite visual. Desde aquí se puede obtener una vista panorámica diferente e impactante de la Plaza Mayor, el Palacio de Gobierno y la Municipalidad de Lima.
¿POR QUÉ VISITAR ESTOS MUSEOS?
La herencia cultural peruana recae en varias aristas, una de ellas es el aspecto religioso. Al visitar estos museos es recomendable acudir pensando en que, espacios como estos, nos ayudan a seguir construyendo nuestra identidad.
“Es una experiencia enriquecedora porque nos brinda una perspectiva del proceso evangelizador, desde el rol del arzobispado. En estos espacios se puede entender parte del proceso de desarrollo de la sociedad virreinal peruana y limeña, desde la vertiente religiosa católica”, indicó Fernando López, curador de los museos.
Miguel Ángel Barrientos, director del Museo de la Catedral y Museo del Palacio Arzobispal, comentó que ambos museos serán incluidos, próximamente, en el sello internacional Safe Travel del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, lo cual brindará la garantía de que ambos espacios están en buenas condiciones y su personal es cuidadoso con los protocolos ligados a la pandemia por Covid-19.
Es importante resaltar que los museos están pasando por un proceso de escaneo en alta definición para que sea posible armar recorridos virtuales.
En rumbo:
El Museo del Palacio Arzobispal cumple con un aforo reducido al 30% de visitantes, según lo establecido por el Estado para controlar los contagios por Covid-19. Recordemos que es imprescindible para ingresar al museo usar mascarilla y pasar por el protocolo de bioseguridad.
Horario:
De lunes a sábado de 9:00 a 17:00
Costo de entradas:
Adultos S/ 20.00
Estudiantes S/ 10.00
Ticket conjunto (Catedral y Palacio Arzobispal) S/ 30.00
Importante:
Las fotografías están permitidas sin uso de flash
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