Willoq es una de las comunidades más tradicionales de Valle Sagrado de los Incas. Las comunidades quechuas de Ollantaytambo piden una intervención sanitaria urgente para evitar que los casos de Covid-19 se propaguen en sus territorios. De momento ellos cierran sus accesos para protegerse.
En Willoq, una de las comunidades originarias del valle de Urubamba, viven 250 familias. La mayoría se dedica a la siembra de productos como papa, quinua, maíz, arveja o haba, y al turismo rural vivencial, mediante hospedajes para viajeros interesados en conocer su cultura, sus danzas y sus tejidos. Foto: Turismo Perú
Los comuneros indígenas de la cuenca Willoq-Patacancha se dedican a la agricultura, a la siembra de papa, quinua, maíz, arvejas y habas. Sin embargo este panorama de sus comunidades a raíz de la pandemia extendiéndose por todo el país les está afectando. Foto: Álvaro Franco
Los varones trabajan además como porteadores, cargando los equipajes de los visitantes y de los aventureros que realizan el famoso Camino Inca hasta Machu Picchu. Foto: Álvaro Franco
La población de la cuenca Willoq-Patacancha, son pueblos originarios quechuas que mantienen vivas las tradiciones incas. Un pueblo frágil, pero muy rico culturalmente con una identidad inca viviente y férreas que se manifiesta a través de sus trajes típicos, sus danzas y sus costumbres. Foto: Álvaro Franco
En las áreas vecinas de este pueblo sobresalen las comunidades campesinas de Rumira Sondormayo, Q’elkanka y Patacancha. En tiempos normales, son pueblos amigables con los forasteros, pero tras la primera muerte relacionada con el Covid-19 las ochocientas familias que habitan esta cuenca han cerrado sus accesos y acatan una estricta cuarentena. Foto: Álvaro Franco
Los comuneros quechuas han colocado enormes rocas a la entrada y salida de los pueblos. El aislamiento, sin embargo, tiene un segundo efecto no deseado: en Willoq los pobladores reclaman que se están quedando sin alimentos. Foto: Álvaro Franco
Ellos temen una situación critica de extenderse los contagios pues su centro de salud más cercano está ubicado en Ollantaytambo, a dos horas caminando o a 45 minutos en vehículo. Foto: Álvaro Franco
Al igual que en otras jurisdicciones, las poblaciones indígenas de Ollantaytambo recibieron canastas de alimentos, pero debido a su aislamiento necesitan más víveres para subsistir. Foto: Álvaro Franco
La población de la cuenca Willoq-Patacancha, son poblaciones quechuas originarias que mantienen vivas las tradiciones incas. Son bastante frágiles y ricas culturalmente hablando. Foto: Turismo Perú
Personalidades vinculadas a los quechuas de Ollantaytambo muestran una preocupación por la lenta respuesta del sector Salud, pero sobre todo porque hay grupos de cusqueños que están regresando a esta región desde otros lugares. Entonces se hace necesario vigilar bien las fronteras de estos pueblos, para evitar el ingreso de extraños. En eso, las autoridades deben ser estrictas. Mientras tanto en Willoq las bienvenidas ya no son las mismas. Sus fronteras se han cerrado ante el temor que el coronavirus los tome por asalto. Foto : Turismo Perú
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