La artesanía es parte del folklore del Colca, expresa su cultura con representaciones simbólicas en relación con su ecología, entorno cultural, social, geográfico e histórico. Los primorosos bordados se realizan en trajes y sombreros embellecen aún más a las mujeres cayllominas. La iconografía en los tejidos, a base de fibras de alpaca, es muestra de la riqueza y el colorido de la cosmovisión andina.
Los bordados reflejan en sí la identidad de los habitantes del Colca. Los artesanos han conservado la tecnología y práctica prehispánica en la confección de prendas con una simbología única de la región. Sin duda se han asimilado técnicas y diseños hispano-andino y , conforme a la demanda del mercado, ha modernizado sus productos.
Pero no se puede hablar del bordado sino se habla de la danza Wititi, están asociados, de ahí la importancia de que fuera reconocido Patrimonio Cultural de la Nación. ¿Pero en qué consiste este arte? Confeccionar estas prendas de vestir, no es cosa sencilla, la técnica del bordado consiste en dibujar los diseños de la flora y fauna de las culturas Collagua y Cabana con la máquina de coser, sin que antes se haya trazado la figura.
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Así cobran en el traje, coloridos trazos con cada puntada: corazones, flores de manzanilla y cantuta, figuras de aves como una perdiz o un gorrión. Por ahí nace una trucha y otros productos representativos de la zona.
El traje de la cultura Collagua es más colorido, aunque predomina una tonalidad sobre las demás. Para las mujeres puede ser el rojo, verde, celeste, mientras que para los varones puede ser el azul oscuro o verde oscuro. El sombrero es a base de macora, pero lleva los respectivos adornos.
Mientras que la vestimenta de los Cabanas se diferencia por resaltar más el color blanco y el sombrero es de paño, pero lleva el mismo bordado de la falda y la chaqueta.
Los cayllominos de antaño adornaban sus ropas pero no en telas industriales, sino en bayeta hecha de fibra de alpaca o lana de oveja. Además los bordados no eran en coloridos hilos ni a máquina, sino con lana y a mano. Pero ahora con los nuevos tiempos y la apertura del mercado de artesanías los diseños también se plasman en todos los productos utilitarios desde monederos hasta maletines y carteras.
Desde que se inició la pandemia, los bordados del Colca, — como otros puntos de otras regiones — , han pasado a decorar las mascarillas reusables que cumplan con todos los parámetros que establece el Ministerio de Salud. Al menos, esta emergencia sanitaria nos ha acercado a nuestros textiles originarios. Este en especial, requiere de proyección y agudeza, una dedicación y precisión a más de tres mil metros de altura.
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