Reflexiones de un artista al que le gusta la humanidad y quiere hacer algo por ella
Infatigable, prolífico y siempre atento a lo que sucede en el país, Víctor Delfín, el artista nacido frente al mar de Lobitos (Talara, Piura) que este mes cumple 93 años, recomienda a los enamorados de ayer, hoy y siempre, mirarse bien a los ojos para conocerse a fondo y mantener vivo ese sentimiento.
Lo encontramos trabajando infatigable en su casa-taller-museo de Barranco. Gran escultor, pintor y artesano peruano, nació en Lobitos, Piura, hijo de un obrero de la Petroleum Company.
A sus 19 años entró a estudiar en la escuela de Bellas Artes de Lima. Posteriormente fue director de las escuelas de Bellas Artes de Puno y de Ayacucho. Según cuenta, eso le sirvió para nutrirse de las raíces del arte precolombino.
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Un amigo que se iba a París le ofreció su casa en la Bajada de los Baños de Barranco; Delfín le contestó que le agradecía, pero que él no tenía ni un ‘mango’ para pagarle. Su generoso amigo le dijo que no se preocupara por eso. Él solo quería que se la cuidara.
Así que se trasladó allí con su familia y empezó a hacer esculturas de fierro, para ello le solicitó ayuda a dos de sus hermanos, quienes eran soldadores en una fábrica. Entonces, colocó las esculturas en la misma Bajada, y, de pura curiosidad, empezó a venir gente. Luego llegarían los críticos.
De esa forma se fue haciendo conocido, primero en Lima, después su fama se extendería hasta el extranjero. Ya estaba ganando buen dinero, por lo que pudo comprar una casona de estilo inglés frente al mar barranquino. La restauraría.
Sus trabajos han recibido innumerables premios y reconocimientos. En 1990, el Estado peruano le concedió la Orden de las Palmas Artísticas y, en el 2001, la condecoración de la Orden del Sol, con el grado de comendador.
La vena artística de Víctor Delfín es -y ha sido- inagotable. Esta copiosidad creativa le permitió elaborar series como Signos del Zodíaco; Cabezas; Veinte Poemas de Amor y una Canción Desesperada; realizar numerosos retratos que revelan la esencia espiritual de las personas plasmadas en las pinturas; y crear obras que responden a las situaciones políticas o sociales del Perú.
La idea de la escultura para el Parque del Amor surgió cuando el entonces alcalde de Miraflores, Alberto Andrade, lo visitó y vio la escultura de El Beso, que había hecho en pequeño. Le encantó y le preguntó si podría hacerla en tamaño gigante, él le contestó que sí, entonces, pasó los tres meses de verano haciéndola con sus ayudantes en el mismo terreno donde ahora se ubica.
Palabra de Delfín
* “Pienso que los seres humanos tenemos la obligación de expresar el momento que vivimos, en este caso, es un momento crítico, eso no solo nos hace meditar, sino que nos hace actuar. Como yo tengo el privilegio de poder pintar, quiero trasmitir un mensaje que no sea pesimista, sino que nos llene de coraje, de esperanza.
* Creo efectivamente que el amor es la fuente de toda nuestra energía. Si está amando, está amando a la vida, a todas las personas, a los hijos, a los amigos, a la casa en que se vive, al barrio de su niñez, al país donde ha nacido.
* Estoy convencido que el amor es más fuerte que cualquier virus. La gente tiene miedo o no se cuida, a pesar de que se les informa acerca de las normas sanitarias y los protocolos que tienen que respetar. Pero también, lamentablemente, hay gente que no tiene ni para lavarse las manos en su casa.
* Siempre estoy pensando en los problemas universales. Soy un individuo al que le gusta la humanidad y quiero hacer algo por ella. En cuanto a mí, soy feliz con un caballete y un poco de pintura. Si me compran o no me compran, eso no me interesa.
* Ya estoy próximo a cumplir 93 años (el 20 de diciembre), pero no tengo pensada ninguna celebración especial, ya se verá. Simplemente estoy feliz produciendo, haciendo lo que a mí me gusta. Cada día es diferente, por eso yo no pienso más que en el hoy, mañana no sé qué va a suceder.
* Como escribió William Shakespeare: ‘El amor: nace, vive y muere en los ojos´, yo digo: por eso enamorados de ayer, de hoy y de siempre, mírense bien a los ojos, profundamente, y abran su corazón todo lo que puedan para conocerse a fondo y mantener ese sentimiento vital siempre vivo. Para que no se marchite y no lo dejen morir. Porque una vida sin amor… No tiene sentido”.
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