Aventurarse en la selva para relajarse en una piscina natural. De esa manera se disfruta en Víctoc (Chanchamayo, Junín), el distrito más antiguo de la selva central.
Aterrizas en el paraíso. Suspiras, observas, recorres el lugar. Es la admiración que tienes por una piscina amplia que ha sido tallado por la mismísima naturaleza en medio de frutales y bosques que han dejado de ser vírgenes debido a la concurrencia de visitantes. La primera impresión cautiva, las aguas te invitan a refrescarte. ¡Sumérgete nomás! Es imposible negarse. Nadie se resiste. Todos, absolutamente todos, se dejan conquistar por lo que están viviendo.
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De pronto, aquel hechizo del bosque se transforma en relajo al sumergirse en las aguas gélidas y cristalinas de la piscina natural Palmapata de distrito más antiguo de la selva central, Vítoc, a treinta minutos de Chanchamayo (Junín). Visible a un lado de la carretera, este paraje acuático apaga el sofocante calor con sendos clavados que más de un aventurero realiza en este espejo de agua.
Después de empezar el día en una laguna cercana o andar de explorador por el bosque, los foráneos que disfrutan a plenitud uno de las joyas turísticas más visitadas del distrito de Vítoc. Aquí la afluencia se dispara hacia arriba con los años y todo indica que se debe a que pronto el manantial cumplirá 100 años de existencia, en 2024. Y qué mejor que celebrarlo que divirtiéndose en sus aguas.
De la selva su piscina
Víctor Londeo Ramos es un señor cuarentón que se autoproclama como el dueño de este regalo del cielo. Cuando le preguntan sobre el pasado de la exhacienda Palmapata, él rebobina el tiempo y se remonta un siglo atrás. “Durante el virreinato un capitán español recibió 500 hectáreas de tierra en agradecimiento a sus años de prestación a la corona española. El nombre de Palmapata se debe a una provincia europea que también lleva el mismo nombre”, recuerda.
Con el tiempo, cuenta el anfitrión, el dueño vendió su terreno a un señor de apellido Santa María, quien construyó una represa para aprovechar el agua fría que proviene de la cordillera con el fin de hacer funcionar allí un molino capaz de moler caña de azúcar.
Hoy el molino está abandonado, asaltado por completo por la naturaleza que ha decidido recuperar lo que es suyo. Pero la piscina natural sigue intacta, aunque más renovada. En la actualidad sus aguas son usadas para moler el bochorno de la selva.
¡Ah! Me olvidada. Hay temporadas del año en que podrás ver varias doncellas que se escabullen bajo estas aguas transparentes. Tranquilo, no se tratan de sirenas. Aunque por sus bellezas podrían serlos. Y es que en el mencionado manantial de Palmapata fue el escenario del I Reinado Ecológico Miss Vitoc 2016, un evento que se realiza cada año. Solo debes estar al tanto de nuestras publicaciones para enterarte cuándo será el próximo.
Así se disfruta en los circuitos fluviales de Vítoc, un distrito al natural en la selva central. Un ambiente no cosmopolita, perfecto para regresarte esa tranquilidad que tanto necesitas un fin de semana.
El Dato
Víctor sostuvo que para el próximo año planea instalar cuatro bungalows en el centro recreacional de Palmapata.
En Rumbo
Dónde: A 12 kilómetros de San Ramón (Chanchamayo, Junín). Tiempo: 30 minutos. Abordar los colectivos que parten de la misma ciudad.
Una vez en Vítoc puedes arribar a la piscina natural de Vítoc. Allí encontrarás zonas de camping cuyo precio es de 10 soles. También hay restaurantes que ofrecen platillos de la selva que oscilan entre los 13 y 18 soles. Otro dato es que cerca de allí hay una casa hacienda que ofrece estadía por 40 soles la noche.
Precios: para adultos la entrada es de cuatro soles; para niños, tres soles.
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