Miles de coloridas alas pintan el cielo en el mariposario Zhaveta Yard, donde se refugian alrededor de 29 especies de estos seres alados. Ese refugio para mariposas está en la selva de Chanchamayo.
¿Qué pasaría si mañana se mueren todas las mariposas del mundo? Al igual que en un futuro sin abejas que se encargen de polinizar flores, la humanidad estaría en graves aprietos. Y no lo decimos solo para causar pánico, pues en la actualidad están desapareciendo grandes grupos de estos insectos voladores.
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Según un artículo de la revista de ciencia Science, en los últimos años la población de mariposas en Países Bajos y el Reino Unido se redujeron de un 25% a un 42%. Lo mismo sucede en Norteamérica, Sudamérica y Australia, siendo una de las causas principales la pérdida del hábitat: destinados para la ganadería o alguna construcción humana.
Y, por supuesto, el Perú no es la excepción, pues tiene el récord mundial de especies de mariposas: en total cobija a más de 4.000 seres alados de las cuales 59 son endémicas.
Para protegerlos, existen áreas naturales protegidas como el Parque Nacional del Manu, donde se alberga hasta 1.300 variedades, y la Reserva Nacional de Tambopata que tiene una población de 1.200 especies. Pero no son los únicos refugios de la vida silvestre, también están los albergues, centros de rescate y varios mariposarios
Alas de colores
Uno de esos imprescindibles lugares es el mariposario Zhaveta Yard, que al traducirlo del asháninka al español significa “Jardín o patio de la mariposa”. En aquel centro de rescate situado a las afueras del corazón de La Merced, Chanchamayo, se cuidan a 29 especies, desde que son orugas hasta su transformación en seres voladores.
Ingresar a este mariposario resulta en cierta forma una visita exótica hacia el interior de un circo en miniatura en donde las mariposas se encargan de dar un espectáculo aéreo digno de ser apreciado desde cualquier rincón por los visitantes.
Pero nuestro tiempo al igual que la vida de estos insectos voladores, es corto y debemos acelerar el recorrido. Lourdes López, encargada de cuidar a los animales, nos invita a comenzar por una sala de interpretación.
Aquí nos explicaría sobre un bellísimo y a la vez trágico ciclo que solo la cruel vida puede darle a las mariposas. Nos dice que todo inicia con una oruga. Según sea el tamaño de este gusanito, sabremos qué forma y color adoptará al convertirse en un ser alado.
Durante su metamorfosis, las orugas se transforman en una masa de célula para después dar paso a otra corta vida: una mariposa. Después, tendrá alrededor de dos semanas para embriagarse con el néctar de las flores y continuar con el ciclo de vida. Quince días para vivir, quince días para que cierren sus alas.
El Dato
Además de mariposas, en el centro de rescate se encuentra otras especies en cautiverio como monos, tortugas, paiches, loros, guacamayos y cutpes. Así como otras áreas recreativas para la familia.
En Rumbo
A diez minutos de La Merced, en la carretera Marginal kilómetro 9. Referencia: antes del Río Colorado.
Correo: informes@zhavetayard.com
También puede visitar su página www.zhavetayard.com
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