Vida campestre, legado cultural y deslumbrante belleza escénica son algunos de los atributos de una reserva paisajística que está a solo un suspiro de Lima.
A pesar de que las temperaturas veraniegas comienzan a coquetear en la costa, y antes de que sobrevenga el relajo playero hay que darse el tiempo de recorrer los caminos y disfrutar de los valles, las quebradas y las cordilleras. Así que antes de que guarde sus prendas abrigadoras al fondo del clóset emprenda un recorrido por la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas, una de las áreas naturales más sorprendentes del país.
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Lagunas turquesas, caídas de agua y nevados míticos. Tres razones que justifican alejarse de la ciudad. Pero no son las únicas. Un rosario de pueblos campesinos, una red de caminos transitada por llameros que conservan sus tradiciones ancestrales y, también, complejos arqueológicos que evidencian la sapiencia de los antepasados.
En los dominios del apu Pariacaca existen edificaciones precolombinas como Huamanmarca, las andenerías de Laraos y Carania, las chullpas de Huallujina en Vitis y el pueblo fantasma de Huaquis en Miraflores, una ciudadela de piedra abandonada en la cima de una montaña. Desde este lugar se tiene una visión privilegiada del río Cañete.
El itinerario debe incluir la experiencia vivencial en la comunidad campesina de Alis, con su impactante cañón de Uchco y la vistosa laguna de Silacocha. También hay que visitar el bosque del Amor en Vilca, los cuatros puentes coloniales de cal y piedra, y las cascadas escalonadas de Cabracancha en Huancaya.
Si busca emociones intensas, enrumbe hacia Tomas, donde la adrenalina está en las balsas que se enfrentan al río y en los parapentes que surcan el cielo límpido de la sierra. En la reserva hay tramos del Camino Inca que permiten acercarse a las nieves eternas del Pariacaca. Tanta es el punto de partida ideal para recorrer paso a paso una reserva maravillosa que está a solo un suspiro de la capital.
En rumbo:
Rutas: Panamericana Sur a Cañete. Aquí se toma el desvío a Lunahuaná (kilómetro 145). Este camino conduce a Huancaya y a los otros pueblos de Nor Yauyos Cochas. Por la Carretera Central hasta La Oroya, donde nace un desvío hacia la SAIS Túpac Amaru. La vía llega hasta Vilca.
Campamentos: En Huancaya, pasando el puente colonial. En Vilca, en la parte alta del bosque de eucaliptos.
Bebidas: Chamis o quemadito (hierbas, canela, limón y aguardiente).
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