Muchas son las joyas que posee Áncash una región que invita a ser recorrida durante todo el año en especial en invierno.
Áncash posee una variada geografía que impacta por sus elevados picos, cientos de espejos de agua, pintorescos valles como el Callejón de Huaylas y senderos rodeados de eucaliptos y flores de retama que atraviesan la cordillera de los Andes. Entonces hay que ponerse en camino nevados, lagunas, valles, playas y una singular flora y fauna esperan.
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Montañas , glaciares y lagunas
Sin duda el sitio más famoso de Áncash es el Parque Nacional Huascaránordi una espectacular reserva natural conocida por sus paisajes montañosos que ostentan la Cordillera Blanca y el Callejón de Huaylas, con majestuosas cumbres como el Huascarán, sus lagunas, glaciares, y ríos que alimentan las cuencas del Océano Pacífico y Atlántico terminan por embellecer este reconocido paisaje ancashino declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Dentro del parque destacan la conocida laguna de Llanganuco, la espectacular laguna de Churup, la laguna 69 ambas rutas consolidadas para hacer trekking y rutas populares que prometen como recompesa las vistas más espectaculares del planeta.
No menos bella y escarpada es la Reserva Natural de la Cordillera de Huayhuash conocida pos sus gigantescas cumbres entre la que destaca el Nevado de Yerupajá que ostenta el título de la segunda montaña más alta del Perú donde el andinismo y el Trekking son las actividades más comunes.
Huellas del pasado prehispánico
Áncash ha sido el epicentro del florecimiento de culturas matrices y aún continúa asombrando con hallazgos que la colocan en boca de todos.
Chavín de Huantar fue uno de los centros y antigua capital de la cultura Chavín y uno de los lugares turísticos más visitados de la región, ubicado en la provincia de Huari fue un importante centro de culto,en el que destaca el famoso lanzón monolítico de cinco metros de altura y las famosas “cabezas clavas” las cuales consisten en cabezas de piedra que representan a diferentes figuras felinas y antropomórficas incrustadas en las paredes del complejo arqueológico.
Tuneles, pasajes y cámaras secretas dan cuenta de uno de los más misteriosos lugares turísticos de Ancash en el que es posible incluso escuchar el efecto sonoro que producen estas estructuras y que se asemejan al sonido de un jaguar.
Otra de las joyas que posee Áncash, es el sitio arqueológico de Cerro Sechín situado en Casma, levantado por la Cultura Sechín y que comprende estructuras que llaman la atención principalmente por los pavorosos grabados en sus muros que escenifican sacrificios humanos. En la misma localidad, un salto al pasado nos lleva a los inicios de las civilizaciones andinas que se manifiestan en el complejo arqueológico de Las Aldas. Se trata de un sitio ceremonial del formativo temprano en el Perú y que se levanta junto a un farallón rocoso, frente al mar. Algunos investigadores han sugerido que su constitución urbanística tiene la forma de un animal mítico y otros que se pudo tratar de un observatorio astronómico, centro religioso y una suerte de puerto marítimo que controlaba las actividades pesqueras en la localidad.
Pero lo que más asombra en Casma es Chanquillo. Trece torres dispuestas en este complejo han hecho considerar a diversos investigadores la hipótesis de que Chanquillo era nada menos que un observatorio solar y de hecho el más antiguo y mejor conservado de América. Aún hoy, en Chanquillo es posible precisar con exactitud el movimiento que realizará el sol durante el año.
Áncash Alternativo
Chiquián es la puerta de ingreso a la cordillera Huayhuash para muchos visitantes. Aqui se inicia la llamada Ruta de la Cantuta que une a Chiquián con los pueblos de Ticllos, Cuspón y Roca en la provincia de Bolognesi, Áncash.
En Chiquian destaca Shacshamachay, un bosque de piedras con caprichosas formas y que esconde en sus cuevas petroglifos y pictogramas que podrían ser un calendario solar, según estudios de Arturo Ruiz Estrada y Kauffmann Doig.
Camino a Ticllos hay un tramo de camino inca muy bien conservado, en el que destaca el monumento arqueológico preinca, Tambo Goshtu, al mismo estilo del castillo Chavín, rodeado de flores de la cantuta de hasta siete colores.En la misma ruta también sobresalen el centro poblado de Roca, famoso por su gran variedad de papas nativas y la comunidad campesina de Cuspón quienes aun conservan quipus.
Sí su destino favorito para tocar nieve era Pastoruri, esta es una nueva opción. El glaciar Chaupijanca en la cordillera Huallanca se extiende sobre los 5200 metros de altura y es ideal para la práctica de esquí y, si no es experto en ese deporte, animese a deslizarse por estas nieves sentado será toda una aventura.
Entre los vestigios arqueológicos que posee la provincia de Bolognesi destaca la ciudadela de Sagrapetaca, sus pequeñas casas circulares, acueductos, murallas defensivas puedes ser apreciadas por quienes llegan hasta este rincón. En el sector de Yanashallash, sobre los 4 600 m., se encuentra el yacimiento paleontológico y las huellas de dinosaurio más altas del planeta. Una mirada más cuidadosa permitirá apreciar fósiles de tortugas, cocodrilos extinguidos, peces, helechos y caracoles y también la figura de un indio formada en los cerros.
En el Callejón de Conchucos, se ubica Chacas, una localidad donde se entremezclan arquitecturas coloniales, angostas callecitas que serpentean entre los cerros y la influencia de una comunidad italiana que ha inyectado un cambio en esta pequeña localidad al otro lado de la cordillera. El paso por allí no solo invita a ver la misión de la Operación Matto Grosso ha hecho posible en este lugar, sino que hay que aprovechar para visitar los talleres de ebanistería y a sus alumnos que tallan piezas que desfilan por las iglesias más fastuosas del mundo.
Uno de los mejores momentos para visitar la localidad, corresponde a la Celebración de la Virgen de la Asunción, entre el 13 y 22 de agosto, festividad celebrada desde 1710 que llena sus calles con bailes, procesiones y degustaciones de comida típica.
Las playas también son para el invierno
Playas paradisiacas, arqueología, excelente gastronomía y la tradicional chicha de jora, son los principales encantos de Huarmey, un fascinante paraje costero de la región Áncash. Entonces, aún en pleno invierno debes dejarte arrullar por la brisa marina mientras contempla aguas turquesas y disfruta de las finas arenas del litoral huarmeyano. Solo en el balneario de Tuquillo podrá conocer las playas Marín, Antivito, Maracaná, Tuquillo, La Pocita y Los Médanos.
Otro imperdible en la localidad de Huarmey es el célebre ceviche huarmeyano que se diferencia de otros ceviches porque no lleva nada de pescado. Solo se prepara a base de mariscos locales. Igual de imperdibles son el ceviche de pato, el picante de cuy, el picante de conejo, el pepián de pava, la pachamanca a la piedra, los chicharrones, y el ahogado de ciño y tamales. Un opíparo menú que hay que disfrutar de cara al mar. Y si es con una chichita de jora huarmeyana , ¡mucho mejor!
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