Es una de las peregrinaciones más simbólicas del sur del Perú y la oportunidad para ser testigo de la religiosidad andina. Prepárate para disfrutarla en cuerpo y alma.
Hace falta más que fe para llegar hasta la explanada del templo del Sinakara, un lugar solitario, desolado, de ichu reseco, a más de cuatro mil metros de altura. Aquí el aire escasea y el viento congela hasta los huesos, pero igual, durante las celebraciones al Señor de Qoyllur Rit’i, ni un centímetro cuadrado queda libre al pie del imponente nevado.
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Miles de peregrinos provenientes de todos los rincones del sur andino, levantan una ciudadela de carpas improvisadas con techos de plástico azul. Son refugios temporales, en donde esperan el momento para ver y rezarle al Señor de la Estrella de la Nieve o Qoyllur Rit’i, una pintura en roca al interior de un templo, en el vientre de la cordillera.
En apariencia la celebración se sustenta en los rituales católicos, pero el espíritu autóctono, andino, ancestral de la festividad se centra en la naturaleza, pero también en la persistencia. Solo así se puede vencer la distancia de ocho kilómetros que separa a la comunidad de Mahuayani (provincia de Quispicanchi) del santuario erigido en medio de la nada.
Pero el peregrinaje no termina ahí. Hay que ascender muchos kilómetros más en las faldas del nevado Qolqepunko, para realizar el Inti Alabado o el recibimiento del sol en las frías nieves de la imponente y tutelar montaña del Ausangate. Es un trayecto agotador que algunos realizan a caballo, pero que la penitencia impone recorrer a pie. Solo así pueden llegar al santuario para adorar al Cristo en la roca.
En este lugar se realiza el yahuarmayu, ritual en el que los peregrinos se latiguean recíprocamente, y las comparsas danzan y saludan a la divinidad. También se ‘compran’ las más caras ambiciones en la feria de las alasitas o se recibe un par de latigazos de los ukukos, el personaje central de la gran celebración que devela el sincretismo religioso del mundo andino que sigue tan vigente en las alturas montañosas.
En rumbo:
Ruta: De Cusco a Mahuayani hay unas 2 horas en auto. Algunos danzantes se reúnen en el Mercado San Pedro. También pasan camiones con peregrinos por el óvalo Pachacútec. Si se habla bonito, es posible pedir un aventón.
Fecha: jueves 26 de mayo al 26 de junio del 2022. Los días centrales de la peregrinación serán del 11 al 14 de junio.
Tours: Puedes vivir esta experiencia con Rumbos Viajes Contacto: 991575108
Llevar: Una vez en Mahuayani aprovecha en aprovisionarte de velas, casacas, mantas, linternas y tomar un sustancioso caldo para entrar en calor. Lo necesitarás.
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