El Ño Carnavalón se prepara para imponer su espíritu festivo en febrero. Anímese a ser parte de una de las más grandes celebraciones del Perú.
Por Estefany Luján
Algarabía y color. Fiesta y alegría. Atrevimiento y desbande. Tradición multicultural y sentires paganos. De todo un poco en los carnavales, una fiesta en la que nada sorprende y en la que cualquier cosa puede suceder, menos aburrirse o pasarla mal. Eso es lo que se vive en muchas ciudades del país, donde el tributo al Ño Carnavalón es mucho más que un baldazo traicionero.
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Baila, ríe y trasnocha. Se divierte la costa, la sierra y la selva. Goza Cajamarca, la ͞Capital del Carnaval Peruano͟. Fiesta conocida. Fiesta de la que escribiremos más adelante, no ahora que pensamos en Mejía, un balneario tradicional en el que se mantiene la celebración del típico carnaval arequipeño. Alegría frente al mar. Disfraces y rostros pintados. Una semana de distensión y relajo que termina con el paso de los caperos (ese es el nombre que reciben las comparsas).
Cambio de escenario. Cantos en quechua, trinar de guitarras y hasta un poquito de lluvia en Ayacucho, donde la fiesta de carnaval es considerada Patrimonio Cultural de la Nación. Todo comienza con el ingreso del Ño Carnavalón a la Plaza Mayor de Huamanga. Cientos de personas acompañan al soberano. Pero la tradición rebasa los límites urbanos. En el cerro Hatun Qasa (entre los distritos de Vichos y Socos, provincia de Huamanga), se realiza el ͞pulseo͟, una lucha o enfrentamiento ritual; mientras que en las comunidades de la región decenas de hombres y mujeres zapatean en las yunzas, en un desborde de regocijo colectivo y popular.
Este mismo espíritu predomina en la provincia de Rioja (región San Martín). El movimiento empieza con los llamados precarnavales de enero. Ya en febrero, los ͞diablos͟ toman el control. Ellos ostentan máscaras con grandes cuernos y recorren las calles. Su andar es sigiloso como el del otorongo o febril como el de los monos del bosque. Y avanzan causando hilaridad entre los pobladores, una hilaridad contagiosa, una hilaridad que es compartida en todas las regiones del Perú.
En rumbo:
Las rutas: De Lima a Arequipa por vía aérea o terrestre (viaje en www.cruzdelsur.com.pe). Desde Mollendo en los ómnibus que salen del Terminal o Terrapuerto. Tramo final en combi o colectivo. De Lima a Ayacucho. Tiempo de viaje: 45 minutos en avión; 12 horas en bus. De Lima a Tarapoto vía aérea y luego por vía terrestre hasta Rioja. Tiempo de viaje 3 horas aproximadamente.
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