La Revista Conde Nast Traveler de EE.UU. resaltó lugares como Chan Chan, la Huaca de la Luna, Leymebamba y Gocta.
Todo el circuito norte promete una gran ruta. La atracción que ejercen los vestigios de sus antiguas civilizaciones, el embrujo de sus fogones y la naturaleza que impresiona hacen que el norte sea uno de los imprescindibles del año que se acerca.
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Admirar sus ciudadelas y a sus Dioses
Sobre todo el territorio norte y nororiental, antiguas civilizaciones han dejado testimonio de su existencia. Una visita obligada es la que se debe hacer al complejo de Chan Chan, una ciudadela de barro, cercana a la ciudad de Trujillo. Una gigantesca construcción ligada al pasado prehispánico de los señoríos norteños, pero que solo una pequeña parte ha sido desenterrada.
Aún así esa pequeña parte es impresionante y deja miles de interrogantes sobre cómo era la vida dentro de esas inmensas murallas, plazas y secciones de la ciudadela. Para visitarlo, es mejor contratar tour, aunque siempre se puede hacer esta ruta por cuenta propia, pero entre taxis, guías y entradas puede que tome un poco más tiempo.
Otras paradas obligtorias en Trujillo son la Huaca Arco Iris, uno de los vestigios de la más antigua ocupación de la Cultura Wari dentro del territorio, y el interior de la Huaca de la Luna que sorprendente por las pinturas y relieves de sus muros, que han conservado su color y forma a través de los años. Es completamente hermoso.
Toda la ruta es un rosario de construcciones militares y paganismo prehispánico: los recorridos por el Complejo Arqueológico El Brujo, la Huaca de Cao Viejo, dominio de la Gran Señora Cao, la gobernante mujer de esta zonas del norte; Huaca Prieta y Huaca el Brujo, Huaca Rajada, Complejo Arqueológico de Túcume , Tumbas Reales donde se podrán observar la indumentaria y objetos encontrados del Señor de Sipán, en Lambayeque y la Fortaleza de Kuelap en Amazonas.
Dar un paseo en ‘caballitos de Totora’ y disfrutar de un ceviche frente al mar
El mar de Huanchaco es especial. El crepúsculo en este balneario norteño es imperdible como también lo es cabalgar el mar subido en un milenario caballito de totora. Además es oportunidad para ver a los pescadores en plena faena y probar una variada selección de platos marinos a la carta en los muchos restaurantes que pueblan esta parte del litoral. Atentos a la gastronomía y a la bebida que siempre la acompaña: es momento de una chichita de jora helada y un chapuzón en el mar y en compañía de un ceviche.
Retar a la resistencia física en Gocta
Hay que subir y andar para poder llegar a una de las cataratas más largas del planeta. Para llegar a Gocta hay que reposar y guardar energías previamente. Uno de esos lugares para coger valentía y refugio luego de vencer a la naturaleza es la Casa Hacienda Achamaqui, lugar favorito de los viajeros por la buena ubicación del hotel. Desde allí hay que elegir por donde se llegará, si por Cocachimba o por San Pablo o si se hará a caballo o a pie. Como sea, al contemplar la enorme caída de agua todo el ejercicio habrá valido mucho la pena. Y la contemplación de los escenarios del recorrido serán una experiencia más allá de los selfies.
Descubrir a las momias de Leymebamba
El museo Leymebamba en Amazonas es uno de esos recintos donde el tiempo se ha detenido y muestra uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de nuestro pasado prehispánico: la valiosa colección de momias de la Laguna de los Cóndores.
En este recinto se admiran los gestos dramáticos –que van de la sorpresa al miedo– de las más de 200 momias chachapoyas más importantes de los últimos tiempos y que devela las creencias de la vida después de la muerte que intuían los antiguos chachas. Vale la pena dar este recorrido de ultratumba inquietante y asombroso . También cabe la posibilidad de ir hasta la Laguna de los Cóndores, donde fueron halladas las momias, sin embargo el trayecto toma alrededor de 12 horas más.
Subir al teleférico y llegar hasta la ciudadela de Kuelap
Kuélap está escondida entre las nubes. Pero al cruzar la placita del distrito de Tingo, es posible subirse al teleférico para llegar hasta la fortaleza ahorrando al menos tres horas a los caminantes y más de una hora a los que hacen el camino en vehículos. Pero cuidado. Más de un pasajero puede experimentar el vértigo al ver cómo las cabinas van y vienen y durante el vuelo, el vértigo se convierte en admiración al observar desde una perspectiva distinta las imponentes colinas que rodean al ‘Machu Picchu del norte del Perú’ y observar poco a poco la geografía donde se desarrollaron los Chachapoyas.
Plataformas circulares, torreones, tinteros, templos y miradores todo esto asombra al visitante. Y más aún, quita el aliento ubicación en la cúspide de la montaña Barreta, desde donde roba más de un suspiro a cualquiera que la tenga al frente.
El Perú sigue destacando ante los ojos del mundo. Hace poco la revista Conde Nast Traveler de Estados Unidos, reconoció toda la ruta norte del Perú como uno de los mejores lugares para viajar en el 2018 , ubicando su atractivos a la par de 18 destinos imperdibles como la Antártida, Corea del Sur, Petra y Malta, entre otros.
La lista es elaborada por los editores de la revista en base a sus recomendaciones de viajes y experiencias en esos destinos y en ella figuran
Esta es una mención importante, ya que la revista resalta lugares maravillosos como la Huaca de la Luna y Chan Chán en La Libertad, además de la naturaleza y misterio de Leymebamba y Gocta en Amazonas.
En los últimos años, Promperú ha trabajado en la descentralización del turismo y ha promocionado otros destinos con potencial e infraestructura turística para lograr uniformidad en la llegada de turistas y promover la industria en diferentes zonas de Perú. Tal parece que ha llegado el momento de dedicarle las próximas vacaciones a todo el Norte del Perú.
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