Se abre la temporada viajera en el corazón de los andes peruanos y más allá de la legendaria Machupicchu hay cuatro destinos que debes imponerte este año al visitar el Ombligo del Mundo.
Siempre hemos dicho que todos los caminos conducen a Cusco, al menos para nosotros. Siempre, siempre, nos atrae hasta su centro entonces nos dejamos llevar por su mística y le seguimos el rastro a su herencia cultural.
MÁS RUMBOS:
Así que ajusta bien la mochila al ristre porque estos destinos no están en ninguna guía y no forman parte de ningún tour. A ellos hay que llegar con ese espíritu avezado que siempre proponemos.
Una nueva montaña de colores
No podemos afirmar si exactamente se trata de siete colores como su hermana altamente publicitada, pero Palccoyo, también es apodada así como la otra Montaña Arcoíris. En sus 9000 hectáreas se pueden apreciar montañas que se asemejan al arcoíris, valles rojos, marrones y de otras tonalidades, además de un bosque de piedras.
Palccoyo tiene no una, sino tres montañas coloridas que esperan en absoluta soledad. Los colores ocres y rojos, de franjas verdes, azules y blancas, contrastan y deslumbran a pocos pues día de hoy, es visitada por unos cuantos viajeros.
Y lo mejor, llegar hasta estas montañas sólo requiere de una caminata suave de 1 hora y sin desnivel. Es decir puedes ir con toda tu tribu viajera y empezar de la mejor manera a cultivar el senderismo. ¡Y mira de qué manera! Con el mejor de los espectáculos naturales. Esta es una alternativa menos exigente que el largo trekking hacia Vinincunca.
El otro mirador de Cóndores
El Mirador de Cóndores de Chonta es uno de los destinos más novedosos que ofrece Cusco. En el cañón de Chonta, ubicado en Limatambo, Anta, los viajeros pueden admirar el vuelo de los cóndores, el ave mítica de los Andes.
El sol, las montañas y el río Apurímac. El viento persistente, la avanzada del frío, la espera sin soroche a pesar de los más de 3 100 m.s.n.m. hacen que valga la pena llegar hasta aquí y colocarse en algunos de los 3 miradores para observar a este gigante de las cordilleras. Los dedos de las manos van a faltar para contar su avistamiento.
Durante la visita además, es posible además apreciar nevados como el Humantay y el Salkantay, y disfrutar de los campos de frutas.
No uno sino tres
La Garganta del Diablo, donde el río Apurímac erosiona la roca viva creando un panorama singular, es la mejor antesala antes de recalar en esa maravilla geológica que es Tres Cañones: una alucinante formación natural donde confluyen los ríos Apurímac, Cerritambo y Cayomani. Las gigantescas masas pétreas que delinean Tres Cañones son azuladas y rojizas, y si a esto se le suma el amarillo apagado del pajonal, interrumpido por verdes manchas de queñuales, entonces estamos hablando de un colorido y sobrecogedor paisaje.
Para seguir perdiendo el aliento, es imperdible en estos parajes, la visita a cuatro lagunas, hábitat de aves como la parihuana. Observar su sobrecogedor paso, esa marcha que hacen al unísono es un premio al atrevimiento de llegar hasta los confines del mundo.
Puente Inca
Qeswechaqa es una de esas fantásticas aventuras en el corazón de los andes. Un puente inca milenario y ancestral, hecho enteramente de sogas de fibras vegetales que se renuevan todos los años, es una de las experiencias que ofrece Illapa. Esta construcción que se encuentra en Cusco y es reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco desde 2013.
Hablamos de una excursión muy especial. En el viaje disfrutaremos un fascinante paisaje, descubriendo el panorama que regalan las cuatro lagunas Pomacanchi, Acopia, Asnaccocha y Pampamarca antes de llegara hasta el puente inca. Qeswachaca es único en su tipo fabricado con fibra vegetal, parte integrante del gran extenso sistema vial de Qhapaq Ñan red de Caminos Inca y último puente que sobrevive entre el tiempo de la modernidad.
En rumbo:
Info: La campaña, impulsada a través del programa de viajes “Y tú qué planes” de Promperú, la cual anima a los turistas nacionales a embarcarse en esta aventura en los andes.
Añadir comentario