01/04/2025Revista digital y audiovisual especializada en viajes y turismo, promoviendo la marca Perú de manera responsable a través de nuestros diferentes canales de difusión.
¿Miedo, violencia y droga? Sí, pero no solo esas tres palabras describen al valle de los Río Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM). En su frondosa selva también se aloja la buena comida (a base de frutas, tubérculos y carne de monte), paisajes impresionantes e intercambios culturales (con la comunidad asháninka, por ejemplo).
En nuestra pasantía por los recónditos parajes del temido y descollante valle, mostramos algunos retratos que fueron capturados con el fin de mostrar el otro rostro del VRAEM. Un rostro más alegre y aventurero. Lo demás… tú mismo lo puedes averiguar. ¡Enjoy VRAEM!
El bosque se abre con un cielos despejado, permitiendo observar a lo lejos la catarta Parijaro.
Foto: Gunther Félix
Después de cruzar el río Cutivireni, cerca a la comunidad Alto Camantavishi (Satipo, Junín). Foto: Gunther Félix
Todos los días, zarpan deslizadores y botes por el río Ene, ya se por mortivos de transporte o pesca. Foto: Gunther Félix
Cruzando uno de los pequeños ríos que se extiende en el VRAEM. Foto: Gunther Félix
La catarata Parijaro tiene una altura de 250 metros y se ubica a 20 minutos a pie del río Cutivireni (Satipo, Junín). Foto: Gunther Félix
Viajero toma un descanso. Lo mejor es darle un respiro a esa naturaleza que no deja de sorprender. Foto: Gunther Félix
El masato es la bebida sagrada de las comunidades asháninkas. ¿Se animan a probarlo?Foto: Gunther Félix
Roles de género en las comunidades. Los hombres trabajan en el campo y las mujeres en los quehaceres de la casa. Foto: Gunther Félix
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