Un encuentro con el pasado milenario, la cultura y vida oriunda es lo que brinda Puno, que a orillas del Lago Titicaca, ofrece un sinfín de aventuras pero sobre todo una maravillosa experiencia.
Voy por primera vez: ¿Cómo llegar?
Siendo una ciudad de altura, es recomendable ir vía aérea desde Lima a Juliaca y luego una hora por carretera hasta llegar a Puno. Lo otro es viajar en bus por más de veinte horas desde la capital. Y aunque es un viaje intenso, la primera alerta que lanzamos es que es muy importante tener un día de aclimatación y descanso, para luego realizar las actividades.
Caminata hacia la cima de la isla de Amantaní, donde se encuentra el Centro Ceremonial de Pachatata. Desde ahí se divisa el panorama de la comunidad Amantani y el Lago Titicaca. Foto: Giuliana Taipe
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Es febrero y llegué a la Ciudad del Lago: ¿Dónde quedarse?
En la ciudad de Puno, existe una gran variedad de hoteles, que se acomoda a la necesidad de cada viajero. Siempre es bueno pasear por la ciudad, recorrer su centro histórico y su malecón lacustre. Sin embargo febrero, es un mes intenso y sobresaturado en la Ciudad del Lago. Con un poquito de suerte previsora encontrará un lugar acogedor y tranquilo, cerca a la plaza central. Recomendamos El Hotel Royal INN, que está ubicado a media cuadra de la plaza de armas. Allí encontrará comodidades, tecnología, y cercanía a toda la celebración en honor a la Virgen de la Candelaria
No he venido solo por la fiesta: ¿Qué hacer?
Puno es más que un destino, es el lugar perfecto para llenarte de energía. La primera parada es el pueblo de Llachón, ubicado en la península de Capachica a 67 Km de distancia de la ciudad de Puno. Allí amables comuneros quechuas reciben a los visitantes. Si se va en barco hacia Llachón, el viaje dura solo una hora y treinta minutos, el regreso por carretera es interesante por sus paisajes.
Los turistas se animan llevarse algún souvenir elaborado por las manos de mujeres artesanas de la Isla de Uros. Foto: Giuliana Taipe
En Llachón se conjuga el paisaje con las actividades de la agricultura y pesca, y también el turismo rural. Justamente para los viajeros activos y amantes del deporte de aventura una tarde de kayak en el Lago Titicaca, es una experiencia inigualable. Como también lo son, los exquisitos almuerzos típicos a base de truchas, papas nativas y otros cultivos originarios ¡Delicioso!
La práctica de Kayak en el Lago Titicaca a orillas de la Comunidad de Llachón es una experiencia intensa que merece ser disfrutada al máximo. Foto: Giuliana Taipe
Un clásico en Puno, es llegar a la Isla de Amantani, la más extensa del Perú en el Titicaca y cuya comunidad pertenece a la ruta quechua. Aquí la vida apacible se mezcla con un paisaje maravilloso, donde cientos de flores de Cantuta despiertan en sus campos.
Los lugareños – nuestros mejores anfitriones-, reciben con gran emoción a los visitantes que desean conocer más del misticismo que encierra la isla y que se puede sentir en cada rincón a través de las ceremonias ancestrales, así como el observar el paisaje. Por una cuota, la mayoría de turistas que llegan a sus costas tienen la posibilidad de pernoctar en Amantani y se les encarga a algunos de los pobladores, quienes han acondicionado sus viviendas con este fin. ¡A sentirse en casa!
En Llachón, las mujeres también se dedican a arar la tierra y es una oportunidad para observar de cerca las técnicas agrícolas del altiplano peruano. Foto: Giuliana Taipe
En esta isla no dejes de visitar el Centro Ceremonial de Pachatata, que representa a la antigua cultura preinca. La caminata dura hora y media, sobre la cima se aprecia una maravillosa vista del lago Titicaca que reafirma la magia y encanto del lugar.
Puedes terminar tus recorridos, paseando en un velero con los pobladores de Luquina chico, pueblo Aymara, a 30 minutos de Amantani, actividad que han puesto en práctica siendo el viento su mejor aliado. O girar hacia Taquile, una de las islas más famosas del Titicaca peruano, donde podrás playear en sus orillas con toda la libertad que apetezcas y conocer el muy fino y colorido arte textil de los isleños.
Los días en Puno pueden culminar con un paseo por el Titicaca en botes de vela muy cerca a las orillas de Luquina Chico. Foto: Giuliana Taipe
Barriga llena corazón contento: ¿Dónde comer?
La gastronomía puneña tiene una gran variedad, sus platos se basan en tubérculos, hierbas, granos, combinado con el calor de un horno de leña, sus ollas de barro y el aroma de la madre tierra hará que el más exigente paladar se rinda ante sus sabores. Uno de los platos más frecuentes es la trucha, se sirve en las comunidades acompañado de papas nativas, que es del deleite de los visitantes.
Otra alternativa gastronómica, es el Restaurante La Casona, ubicada en el centro de Puno, ofrece diversas alternativas al estilo gourmet, y entre sus principales platos destaca el Lomo de alpaca, que con seguridad no sólo aplacará su hambre sino que será un flechazo certero de buen sazón.
En rumbo:
Qué llevar: Llevar ropa abrigadora, ya que la temperatura desciende por las noches además de un buen impermeable para protegerse de una eventual lluvia.
Recomendación: Para llegar a las comunidades de Llachón , Amantani y Luquina, tomar una lancha en el Puerto de Puno a 10 minutos del centro. Sin embargo es recomendable tomar un tour especializado.
El mal de Altura: Es recomendable para combatir el mal de altura, tomar mate de coca durante la estadía.
Fechas importantes: Febrero: tradicional fiesta de la Virgen de la Candelaria. Noviembre: Aniversario de Puno,
Contacto: Agencia Rumbos Viajes / email: rumbosviajes@rumbosdelperu.com
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