El sabor de lo rústico y moderno confluyen al interior de un barril. Tenemos un rincón para disfrutar de una técnica de cocción que últimamente es nuestro delirio de los fines de semana familiares, pero que ahora dejamos en manos de expertos.
Pocas cosas provocan más placer que entrar en un restaurante con la seguridad de que vas a comer bien. Eso ocurre en Barril Fusión. Una estela de olor ahumado te lo previene a medida que subes las simpáticas escaleras hacía una coqueta disposición de mesitas, a lo campestre, en un segundo piso.
En pleno corazón financiero de la capital, Barril Fusión es un espacio de gastronomía con carácter. Deliciosas carnes cocidas al cilindro son el sello que atrae a los oficinistas que pululan por la ‘Manhattan peruana’ hacia una segunda planta, que dicho sea de paso, anima al terraceo en la ciudad. Y no es poca cosa. Sacar una mesita y atreverse a comer en un espacio destinado a lo inservible es un acto de heroísmo y de buen marketing.
MÁS RUMBOS:
En los últimos 20 años esta técnica ha pasado de ser, algo propio de las provincias peruanas, a ser parte del abanico gurmé limeño. Parece increíble, pero aquí lo tenemos, en las calles de San Isidro y en la carta de Barril Fusión que es exclusiva en esta técnica de cocción, algo impensado hace un tiempo atrás.
Barril de autor, es lo que se nos ocurre pensar cuando el manager Luis Aguilar nos comenta que la técnica es solo para las carnes que acompañan todas las variadas guarniciones: “En nuestro restaurante tenemos la particularidad de tener pollo, pato y chancho al cilindro, todo eso lo fusionamos con pastas y comidas criollas”
Por eso no es raro, intuir en el paladar ese saborcillo a carne ahumada, -acilindrada- que tan buenas nupcias tiene con el zapallo loche, la cerveza negra y el culantro del arroz con pato. Una delicia. O del lechón que tan bien acompaña a unos fetuccinis a la huancaína… Pero como no solo de carnes puede vivir el hombre, la buena comida siempre se acompaña de una buena bebida.
En uno de los ambientes, encontramos una barra y mesas altas para picotear y tomar algo en un ambiente informal donde se ofrece, además, un menú del día que es de lo mejor de la zona.
Pero los inquietos responsables de Barril Fusión no solo apuntan a atraer a sus clientes a través de la comida, que de hecho ya los tienen ganados, sino también a través del relajo y la diversión con sus after office, y sus stand up comedy que vuelven de este espacio una guarida para el caos vehicular del retorno a casa. Al menos, lo miércoles, jueves y viernes.
Pero no desanimes, lo mejor de estos días son los piqueos hechos todos con carnes al cilindro, como los ya famosos tequeños, wantanes con chancho al cilindro, quesos characatos derretidos al cilindro con chorizo artesanal…y uuufff mejor no te seguimos tentando. Si a todo esto se le suma una sala muy agradable resuelta con amabilidad por un equipo muy dispuesto, siempre sales con la sensación de que aquí hay que venir lo suficiente a disfrutar. Entonces toma nota de este lugar, sigue las coordenadas de la comida fusión y evoca la cocción de campo en la urbe .
En rumbo:
» Amador Merino Reyna 368, San Isidro
© De domingo a viernes de 12 a 4pm – Miercoles, jueves y viernes hasta las 11 p.m.
€ Los precios van desde los 25 hasta los 35 soles aproximadamente. Vale la pena!!
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