Si hablamos de Cajamarca (catalogado en la lista de los 18 lugares alternativos en el mundo), pensamos inmediatamente en el color, jolgorio y folclore de su inconfundible carnaval. Pero eso no es todo. Esta tierra es, también, sinónimo de iglesias barrocas, aguas termales e incomparables campiñas, siendo estás últimas indispensables en su itinerario viajero y, por qué no, hasta para su propia estancia.
Y es que a orillas del río Puruay, exactamente a 20 minutos del Centro Histórico de la ciudad, se encuentra la Posada de Puruay, un maravilloso refugio hotelero colonial en medio de los bosques de pinos y eucaliptos. Construido en 1822, resalta su estilo virreinal español y sus encantadores detalles andinos.
La Posada de Puruay ofrece servicios de calidad y flexibles, según las preferencias y necesidades de los huéspedes. Sus habitaciones -suite ejecutiva matrimonial, junior suite, matrimonial, doble matrimonial y triples- están estratégicamente y, al igual que todos los ambientes, muestran cuadros y muebles coloniales que le dan una apariencia de rústica comodidad.
Dirigida a viajeros que buscan relajarse y gozar de un servicio dedicado, eficiente y personalizado, en sus instalaciones y ambientes se logra el equilibrio entre la modernidad y la conexión directa con la naturaleza y los paisajes campestres que hipnotizan.
Hospedarse en la ‘Posada de Puruay’ es vivir la mejor experiencia de la ruralidad cajamarquina en sus amplias suites, en su salda de eventos, en las áreas de parrilla, por mencionar solo alguno de sus múltiples servicios.
Pero eso no es todo. También se ofrecen paquetes y ofertas para una noche romántica y llena de encanto; o una estadía distendida y cultural con un tour en caballos para disfrutar de los alrededores de la zona o ir al centro de la ciudad a conocer las imponentes iglesias de estilo barroco, construidas en el siglo XVII.
Durante la mañana podrá recorrer la ruta de Lluscapampa, para llegar hasta las estatuas de piedra. Al día siguiente, dirija su andar hacia Cumbemayo, los impresionantes acueductos de origen preincaico. Si desea otro tipo de experiencia, pruebe suerte con el cordel y el anzuelo pescando truchas en familia en Lluscapampa o terminé su visita con una noche de fogata, contemplando el cielo estrellado de Cajamarca.
La Posada cuenta con un restaurante bar, donde podrá degustar la gastronomía tradicional e internacional, además de propuestas innovadoras que fusionan y reinventan los sabores, los cuales complementan a la perfección con los mejores licores del bodegón y las creaciones de los barman. Una razón más para pensar en la campiña de Cajamarca, como el lugar ideal para desconectarse del mundo.
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Los mejores paquetes para la mejor estadía
La comodidad de la Posada de Puruay, es perfecta para una noche romántica y llena de encanto, se creará el lugar ideal para pasar ese momento mágico y único de una escapada inolvidable.
Su ubicación fuera de la ciudad de Cajamarca permitirá disfrutar del relajo y descanso que le proporciona la naturaleza. Una de las actividades más solicitadas son los tours a caballo para disfrutar de los alrededores de la zona por la tarde, e ir al centro de la ciudad a conocer importantes iglesias construidas en el siglo XVII de estilo Barroco.
La fabulosa ubicación permite disfrutar del relajo y descanso que le proporciona la naturaleza y por el día combinar con la aventura que ofrece Cajamarca.
En Rumbo:
¿Dónde? Carretera a Porcón, Km 4.5 – Cajamarca.
Web: https://www.posadapuruay.com.pe/
WhatsApp: 976 362 206.
Facebook: https://www.facebook.com/PosadaPuruay
Ahora te das cuenta que no solo se trata de un de ‘tin marín de do pingüé’ para elegir ese alojamiento que buscas. ¿Ya te animaste? ¿Sí? ¡Qué bueno! Viaja y descubre lo pintoresco y mágico del país, mientras le dice adiós a la cuarentena sanitaria por el coronavirus. Eso sí, no baje la guardia y siempre sea cuidadoso en los caminos.
