La Cordillera Blanca es parte del conjunto de montañas tropicales más altas del mundo. Ubicadas en los Andes centrales del Perú, allí existe la magia del encuentro entre hielos de altura que reflejan la intensidad del sol, con pendientes que van reverdeciendo hasta devenir en valles cálidos, plenos de la intensidad de la vida en su esplendor y diversidad.
La Cordillera Negra, que la acompaña en paralelo con su imponente inmensidad, solo está separada por la corriente del río Santa, aunque carece de hielos por la cercanía de la brisa marina, de la que recibe sus soplos que llegan hasta las cimas.
En esos parajes abiertos a los descubrimientos de la naturaleza, de las culturas y de la historia, se encuentra el Lazy Dog Inn, apenas a 30 minutos al noreste de la ciudad de Huaraz, capital de la región Ancash.
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¿Qué es?
Lazy Dog Inn es un Eco-Mountain Lodge ubicado a 3,650 metros sobre el nivel del mar, que se ofrece para el descubrimiento de montañas y glaciares de singular belleza, de modos de vida originarios sorprendentes y acogedores, de alimentos que combinan comida internacional con los sabores locales y frutos frescos orgánicos, y para todo tipo de actividades turísticas, de recreación, de trekking intensos y literalmente extraordinarios.
Todo ello organizado con minuciosidad, esmero, mucha alegría y buen trato. Pero es también ideal para descansar, si solo desea venir a relajarse, y disfrutar de la naturaleza y las vistas de las montañas.
Un albergue ecológico en medio de los Andes que hace, además, del cuidado del entorno, parte de la alegría del viaje de todo aquel que allí se aloja.
Un lugar hecho a mano
Con mucho empeño, poco a poco, este pequeño albergue de montaña se fue edificando con la ingeniería del lugar, trabajando codo a codo para ello con la comunidad vecina de la zona. Todos los ladrillos de adobe y pastos de que están hechos los muros, fueron horneados al sol para dar mayor estabilidad al conjunto. Surgió el edificio principal, luego las cabañas, y cada espaciosa habitación con su propio estilo, combinando la luz natural del cielo, con colores tierra y el uso de chimeneas para añadir calidez en aquel clima frío, típico de montaña.
Eso ha permitido acoger a los viajeros con la calidez también de un hogar. Y de esa manera ofrecer variedad de suites y cabañas desde personales, hasta familiares, y para grupos pequeños.
En Lazy Dog Inn nada se ha dejado a la suerte. Así, todos los baños tienen inodoros de abono seco que ayudan a descomponer y reciclar los desechos. Ello está integrado a un circuito al que llegan también los desechos de la cocina, y aguas servidas. Todo aquello se procesa para fertilizar los suelos donde brotan los pastos para proveer a los caballos, hacer crecer los árboles y arbustos que darán leña, y criar lombrices saludables que son las que colaboran a fertilizar los desechos y crear compost.
Comer bien. De la chacra al plato
En Lazy Dog Inn hay una particular preocupación por la buena alimentación de los visitantes durante su estadía. La mayoría de las verduras son producidas en los jardines de cultivo del albergue o en los siete invernaderos que son cuidadosamente atendidos, tomando en cuenta los principios de la alimentación orgánica.
Cada comida incluye productos frescos producidos por el albergue, lo que deja una huella de carbono mínima, y los mejores beneficios para la salud de cada huésped.
Ello en el marco de un menú que permite no distanciarse de los hábitos de los viajeros sin dejar de conocer los sabores locales. Gracias a las buenas manos de las cocineras, cuya experiencia es de más de una década en la cocina del albergue.
Es bueno saber que el desayuno y la cena están incluidos en el precio del alojamiento. El almuerzo está disponible a pedido, con un costo adicional.
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La gran reserva del Huascarán
Lazy Dog Inn se encuentra en las cercanías del Parque Nacional Huascarán, enorme complejo natural montañoso de 3,400 km², que contiene centenares de lagunas y glaciares, valles y ríos que se dirigen al océano Pacífico y al océano Atlántico, contribuyendo en el camino a alimentar los grandes ríos amazónicos.
En esa extensión se multiplican nichos ecológicos con cientos de especies de flora y fauna que ha sido documentada sin que se haya agotado la posibilidad de descubrir especies nuevas. Las comunicaciones al interior de la reserva son bastante buenas.
La escalada de montaña o andinismo, las acampadas, los paseos en bote, la pesca, el avistamiento de flora y fauna, están entre las muchas posibilidades que desde el Lazy Dog Inn son posibles con facilidad en el Parque Nacional Huascarán, por la proximidad.
Viviendo en comunidad
En Lazy Dog Inn tienen claro que son parte de una comunidad local que los ha acogido, y que igualmente acoge a los visitantes que se alojan allí. Es así que trabajan con la ONG Alianza Andina (Andean Alliance) que promueve atención en salud y educación en las comunidades vecinas. Ello permite una interacción cercana con la población e incluso la posibilidad de que los visitantes tengan almuerzos e incluso estadías en hogares de los comuneros de la zona.
Lazy Dog Inn ofrece, asesoría para diseñar sus actividades diarias en el área local, tanto caminatas como paseos desde el hotel, los que pueden ser de tres, cuatro y hasta seis días. A gusto.
Pocas experiencias de viaje tan completas y plenas, lejos del bullicio. Hecha para llenar los ojos y elevar el alma con la posibilidad de unos días en el lugar más hermoso de la Cordillera de los Andes, amparados por la comodidad, la seguridad y el calor físico y humano de un refugio de montaña placentero. E inolvidable.
En Rumbo
El Lazy Dog Inn es un albergue de montaña, ubicado a 30 minutos de Huaraz donde podrás disfrutar de caminatas y experiencias culturales a solo tres kilómetros del Parque Nacional de Huascarán.
+ Info: https://thelazydoginn.com/
WhatsApp: 943 789 330
Facebook: https://www.facebook.com/thelazydoginn
Instagram: https://www.instagram.com/thelazydoginn/