«Queremos consolidarnos como un referente en gestión social y cuidado ambiental», sentencia José Luis Abeo, el jefe de Comunicaciones de Marcobre, la empresa minera que fomenta la ecología y el turismo responsable en el distrito de Marcona.
Marcona no es y nunca será Máncora, por más que hace algunos años un operario textil pensara lo contrario. Tan seguro estaba de sus conocimientos geográficos que por su cuenta y riesgo decidió perpetuar la frase Máncora te espera en unos polos conmemorativos. Lo que jamás imaginó ese afanoso, pero equivocado corrector es que esas prendas no serían llevadas al afamado destino de olas y arenas de la costa piurana.
Se irían al sur, a la región Ica, a la provincia de Nasca, al distrito de Marcona donde se celebraría una edición más de la Semana Turística. Hoy, ese error convertido en anécdota que se recuerda con una sonrisa en los labios, sirve para demostrar que la mayoría de los peruanos no saben “que aquí hay dos reservas naturales, playas vírgenes preciosas y una gastronomía marina exquisita”.
MÁS RUMBOS:
La equivocación sucedió en 2014. Desde entonces, en Marcona ya no se espera, se trabaja y se ejecutan diversas acciones para impulsar “el tema turístico con el propósito de beneficiar a un mayor número de personas y generar que los ciudadanos se sientan orgullosos de lo que tienen. Ese orgullo los motivará a cuidar y difundir lo suyo”, explica José Luis Abeo Sabogal, jefe de Comunicaciones de Marcobre, una empresa minera que promueve el turismo y la conservación en el distrito.
“Nosotros hemos tomado la iniciativa, pero con la aceptación y colaboración de la Municipalidad de Marcona. Con la gestión anterior trabajamos juntos y la actual quiere seguir esa misma línea. También tenemos una buena relación con el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), los ‘dueños de casa’ de las reservas”.
Los resultados son evidentes, pero todavía no alcanzan para que alguien escriba Marcona en vez de Máncora en un polo conmemorativo; aunque, al escuchar a nuestro entrevistado, queda en evidencia que el turismo masivo no es el camino escogido por Marcobre y las autoridades locales.“Con el Sernanp y el Proyecto Punta San Juan del Centro de Sostenibilidad Ambiental de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, promovemos un turismo científico y de avistamiento. No queremos invadir ni ser intrusivos. Nada de selfis con el pingüino o el lobo marino. Eso estresa a los animales”.
– ¿Cómo empezó esta ‘aventura’ de promover la conservación y el turismo en Marcona?
El primer paso fue realizar un estudio de las potencialidades locales, en el que destacó exponencialmente la actividad turística. Como Marcobre, nuestro plan de intervención social es generar ingresos alternativos a la minería. Fue un trabajo de hormiga que iniciamos hace ya varios años, bajo cuatro ejes de acción.
– ¿Cuáles son estos ejes y en qué consisten?
El primero es la puesta en valor de los atractivos turísticos del distrito, como este mirador público (la entrevista se realizó en una atalaya de Punta San Juan) se han creado otros tres en el circuito litoral de Marcona. El segundo eje es el desarrollo de las capacidades del personal que trabaja en los hoteles y restaurantes, a través de capacitaciones. Te cuento como una anécdota que cuando llegamos no había ningún guía turístico y solo existía una agencia de viajes.
El tercer punto es la generación de eventos deportivos que atraigan a los visitantes. En eso hemos avanzado mucho. Marcona es reconocida como la ruta Ultra Trail más importante de la costa. En noviembre tuvimos la cuarta edición de la Marcona Wind Trail con deportistas de 10 países. Ese día fue una fiesta. Se llenaron los restaurantes y los hoteles. También hemos tenido un Campeonato Latinoamericano de Paddle y, en la quincena de febrero, será el Campeonato Nacional de Bodyboard, como parte de las actividades de la Semana Turística.
Finalmente, el cuarto eje es la marca Marcona con la que impulsaremos el lema ‘Marcona un paraíso por conocer’. En este punto tendremos que trabajar en conjunto con las instituciones locales, la sociedad civil, la empresa privada y el Estado para promover el desarrollo del destino.
– ¿Y cuáles son los atractivos de este paraíso?
Marcona es el único distrito en el país con dos áreas naturales protegidas: Punta San Juan, la mayor reserva de pingüinos de Humboldt que en esta época del año acoge a medio millón de aves guaneras; y, San Fernando, donde el avistamiento de cóndores andinos es mayor que el mismo Colca. En 2017 fuimos con un programa de televisión y logramos grabar 11 cóndores. Ellos volaban sobre el mar al mismo tiempo. Esa es una visión que genera mucha paz.
Eso no es todo, Marcona tiene un bosque de piedras con más de 60 esculturas líticas, siendo la más características la trompa del elefante, la tortuga, la ninfa, el oso y el delfín.
Abeo se entusiasma al pasar ‘lista’ a los atractivos del distrito. Al oírlo se tiene la sensación de que es hijo de esta tierra. No es así. Él descubrió este edén sin adanes ni evas cuando llegó a trabajar en Marcobre, una empresa que antes de iniciar sus operaciones (se prevé que el proyecto estará en marcha a finales de 2020), busca ser un buen vecino.
¿Y lo están logrando?, la pregunta tiene como fondo las voces de los lobos marinos finos y chuscos que se observan desde el mirador de la Reserva Punta San Juan, infraestructura que por sus características constructivas y la utilización de materiales reciclados, participó en un concurso de arquitectura ecológica.
Antes de responder, Abeo –animoso, persuasivo, convencido de lo que hace– se deja ganar por la nostalgia: «Aquí, en lo que ahora es el Mirador de la Reserva Punta San Juan, no había nada. Tenías la misma vista, pero las condiciones de seguridad no eran las mejores ni estaban a la altura de un lugar tan bonito”. Se acaban los recuerdos. La entrevista retoma su rumbo. Se absuelve la pregunta pendiente: sí, la gente nos reconoce como buenos vecinos.
“Ahora estamos en una etapa de construcción por lo que hay una mayor demanda laboral; pero como no es posible ofrecer una oportunidad a todos, buscamos generar ingresos alternativos a la actividad minera. Desde ese enfoque consideramos que el turismo es una actividad que beneficia a un mayor número de personas: transportistas, hoteleros, el personal de los restaurantes y los guías turísticos. El comercio en general”.
– ¿Cómo participa Marcobre en la Semana Turística?
Nosotros impulsamos el Campeonato Nacional de Bodyboard que se desarrollará 15 y 16 de febrero. También vamos a organizar el Cebifest que es un concurso de ceviche. Este año participarán los Comités de Vaso de Leche de todos los Asentamientos Humanos del distrito. El cebiche más rico será premiado.
– ¿Qué ofrece gastronómicamente Marcona?
Gracias al gran trabajo de la Comunidad Pesquera Artesanal de Marcona(Copmar), la asociación que reúne a 17 gremios de pescadores, tenemos el erizo de San Juan de Marcona, muy solicitado en los restaurantes de Lima. Este año impulsaremos el tema del erizo. El plan contempla invitar a medios especializados para que lo conozcan y lo difundan.
– ¿Marcobre también trabaja con los pescadores?
Ese campo lo maneja de una forma excepcional la Copmar. Ellos están organizados de una excelente manera. Cuando han necesitado algún apoyo se lo hemos brindado, pero hay que reconocer el trabajo que realizan en el cuidado y la preservación de las especies de Marcona. Esa es una acción muy loable.
-¿Qué viene para Marcobre en lo relacionado al turismo y la preservación del ambiente?
Marcobre, empresa peruana que forma parte de Minsur, todavía no está en etapa de explotación, pero más adelante podremos generar proyectos que beneficien al distrito a través del mecanismo de obras por impuesto. Esto permitiría desarrollar toda la infraestructura turística de la Punta San Juan y de San Fernando, para brindar un mejor servicio a los visitantes y al personal que vive en las reservas, además de potenciar la actividad turística, científica y educativa.
El viento se une a la conversación. Fuerte y poderoso espanta a las nubes que acechaban al sol. Es momento de partir para disfrutar de las playas de Marcona, esas playas que Abeo descubrió hace cuatro años y que hoy invita a recorrer. “La gente tiene que venir al paraíso, pero con una actitud responsable. Eso es lo que buscamos nosotros, un turismo sostenible que genere ingresos y que sea respetuoso con el ambiente”.
En rumbo:
Crecimiento: En 2018 el número de visitantes a las reservas de Marcona se incrementó en 100 por ciento respecto al 2017. Cantidad de turistas: 3000 aproximadamente.
Prevenir: Para evitar que el turismo sea nocivo para los ecosistemas costeros marinos, los ingresos a la reserva son controlados y por turnos. Se fijan horarios y los grupos no pueden sobrepasar las 16 personas. De esa manera, Sernanp, el proyecto Punta San Juan, Marcobre y la Municipalidad Distrital de Marcona, buscan atraer a investigadores y viajeros responsables.
Vestimenta: En las reservas se recomienda utilizar prendas opacas o color arena, para no perturbar a las especies.
Aliado: Marcona, afirmó Abeo, tiene todas las condiciones para convertirse en la ‘media naranja’ turística de Nasca, ciudad que cuenta con mayor infraestructura. En su opinión Nasca necesita de Marcona y viceversa, para consolidar una propuesta atractiva en el sur del país.
Futuro: Marcobre, titular del proyecto Mina Justa, busca ser una mina de clase mundial y consolidarse como un referente en gestión social y cuidado ambiental.
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