02/04/2025Revista digital y audiovisual especializada en viajes y turismo, promoviendo la marca Perú de manera responsable a través de nuestros diferentes canales de difusión.
Sonia es una de las madres que fomentan el turismo rural comunitario en Chacán. Sin despegarse de su retoño, comparte junto con sus compañeras el uso ancestral de la medicina tradicional. La cual consiste en utilizar yerbas y flores del campo. Foto: Giuliana Taipe
Cusco es más que la cusqueña que saca a pasear su llama por la Ciudad Imperial a la espera de que algún turista se anime por una foto con ella. Cusco es también más que tomarse un selfie en Machu Picchu o con cualquier monumento arqueológico.
Y es que Cusco es aquella mujer de campo que mantiene sus tradiciones andinas mediante el turismo rural comunitario o que aquel hombre visionario empedernido por compartir la cosmovisión andina de su comunidad. Pero sobre todo, es ese destino inusual donde podrás introducirte en las fiestas patronales, faenas de trabajo y aprender otras costumbres que desconocías como el idioma nativo o disfrutar de los relatos que se tejen en las alturas.
Pero encontrarlos no es difícil. Solo hay que ir más allá de los tours turísticos tradicionales que tienen como único punto de interés Machu Picchu. Una opción que te permitirá por cambiar el chip sobre aquella región andina son los circuitos que ofrece CBC Tupay, una agencia de viajes de la cadena hotelera CBC. Y ten la certeza que cuando te aventures por las diferentes comunidades campesinas, además de entablar amistad con los hombres y mujeres del Cusco, disfrutarás como tu aporte contribuye al desarrollo económico de los centro poblados, así como en la conservación de los recursos naturales.
Y mientras te animes por esta opción para tu siguiente viaje, te mostramos a continuación algunos rostros de aquellas anfitrionas y anfitriones que, cordialmente, te recibirán con los brazos abiertos.
Sonia es una de las madres que fomentan el turismo rural comunitario en Chacán. Sin despegarse de su retoño, comparte junto con sus compañeras el uso ancestral de la medicina tradicional. La cual consiste en utilizar yerbas y flores del campo. Foto: Giuliana Taipe
Irma es una de las integrantes de la asociación Ñusta Encantanda de la comunidad Chacán. Y al igual que sus compañeras promueve el turismo rural comunitario hospedando a turistas en su acogedora casa y compartiendo con ellos algunas actividades del campo como la cosecha de habas. Foto: Gunther Félix
Lucila sostiene un enclenque pejerrey tras salir victoriosa de una pesca artesanal sobre las aguas mansas y cristalinas de la laguna Huaypo. Esta actividad se practica a seguido en la comunidad y por los turistas que vienen de lejos con el fin de desconectarse del mundo. Foto: Gunther Félix
Eufrasio Cancana es un veterano transportista de cincuenta y pico de años que ha aprovechado los días previos a las festividades del Señor de Huanca, para comprar una estampita en el santuario de mismo nombre. De esa manera bautizará a su auto recién comprado, porque en cusco hasta los vehículos son bendecidos. Amén. Foto: Giuliana Taipe
Después de una larga concentración, Avelino
coge tres hojitas de coca. Los sostiene firmemente. Y les pide a los apus que rodean la laguna de Tiracocha o Wiracocha revelar el pasado, presente y futuro de los visitantes. Esa es la cosmovisión andina que se vive en la comunidad campesina de Ccamahuara. Foto: Giuliana Taipe
Eustakia Quispe, de 65 años, trabaja junto a otras madres y jóvenes de la comunidad Chari, en el distrito Checacupe, en la revaloración del tejido andino. El exitoso tejido ancestral de esta localidad tuvo como fruto la creación del primer panel telar hecho a mano en el mundo. Foto: Gunther Félix
Valentina posa con un telar hecho a mano por la asociación Pallay Lliqlla, conformado por ocho mujeres de la comunidad Chari. En esta asociación las integrantes también se dedican al tejido de mantadas, vestimenta, chalinas y entre otros accesorios para la época del invierno. Foto: Giuliana Taipe
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