El reconocido escritor, antropólogo, historiador y gestor cultural falleció ayer a los 75 años en su morada. La misa de cuerpo presente se celebrará mañana al mediodía en la iglesia del Sagrario.
“La literatura puede transmitir mejor nuestra historia”, fue uno de las frases más recordadas del ilustre peruano Luis Enrique Tord, quien enlutó al quehacer cultural tras fallecer, ayer, mientras dormía.
El célebre intelectual (27 de febrero de 1942) es recordado por sus diferentes facetas como historiador, antropólogo y escritor, además de haber pertenecido a la Generación del 60. Época en que se codeaba con poetas de la talla de Washington Delgado, Luis Hernández y del entonces jovencito Javier Heraud, quien falleció a los 21 años en una terciana guerrillera.
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Pero Luis Enrique Tord no sólo es recordado como un asiduo investigador de mitos y creencias del país, sino por destacar en relatos y novelas de carácter histórico. Un excelente narrador que combinaba la perspectiva literaria con su vocación por la historia, antropología y arqueología.
Durante su juventud cursó derecho e historia en la Universidad Católica, donde entabló amistad con los tres poetas mencionados. Sin embargo, sus estudios se detuvieron tras ser expulsado en 1962 por su evidente simpatía a la revolución cubana. Tiempo después ingresaría a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde estudiaría antropología.
Pero Tord no fue ajeno a la realidad e incursionó en la gestión cultural desempeñando funciones públicas como director del Instituto Nacional de Cultura (actual Ministerio de Cultura) en dos periodos: 1982-1983 y 2000-2001. Además, fue profesor de la Universidad San Martín de Porres y la UNIFE.
Entre sus libros más destacados figuran Oro de Pachacámac (1985), Espejo de constelaciones (1991), Sol de los soles (1998), Fuego secreto (2005), Bestiario celestial (2010) y Diana, verano del 53 ( 2011). También Revelaciones. Relatos reunidos 1979-2011 (2011).
Asimismo, recibió varios distinciones y premios como Premio Nacional de Cultura Antonio Miró Quesada (1971), Premio Jaime Bausate y Mesa de la Embajada de España (1973), Premio COPÉ de cuento (1979, 1983, 1987), Premio de novela de la Universidad Nacional Federico Villarreal (1998) y el Premio del XIX Concurso Novela Corta 2016 “Julio Ramón Ribeyro”, organizado por el Banco Central de Reserva, por la obra Pasiones del norte.
Desde Rumbos enviamos nuestras más sentidas condolencias a su familia
El Dato
Mañana, domingo 4 de junio al mediodía, se realizará la misa de cuerpo presente en la iglesia del Sagrario, al lado de la Catedral de Lima.
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