Científicos de la Universidad de Columbia sostienen que los aviones deberán reducir su carga o esperar que baje el calor para despegar.
Tras la anulación de varios vuelos en Arizona, Estados Unidos, por la ola de calor, los científicos aseguran que habrán serios problemas para el despegue de aviones en las próximas décadas.
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Las temperaturas extremas llevaron a la aerolínea estadounidense American Airlines a anular 43 vuelos hacia y desde el aeropuerto Phoenix Sky Harbor de Arizona el 20 de junio pasado, cuando el termómetro marcaba un récord de 49 grados Celsius.
Por eso, un estudio publicado en la revista Cambio Climático (Climatic Change), revela que en las horas tórridas del día, del 10% al 30% de los aviones deberán remover algo de combustible, carga o pasajeros, o esperar que baje la temperatura para recién poder despegar.
Y es que las altas temperaturas hacen que el aire carezca de densidad y las alas pierdan sustentación. Esto ocasionaría que un avión lleno pueda ser incapaz de despegar de manera segura si la temperatura sube demasiado, contando con factores como el tipo de nave y el largo de la pista.
Los expertos señalan que algunos efectos pueden ser mitigados con un nuevo motor, nuevos diseños del cuerpo de la nave, o pistas más largas. Otros ya advirtieron que el cambio climático puede aumentar turbulencias peligrosas y vientos que alargarían los tiempos de vuelo.
El estudio proyecta que las temperaturas diarias máximas anuales en aeropuertos subirán de cuatro a ocho grados centígrados para 2080 y que los crecientes niveles del mar ya amenazan con inundar algunos grandes aeropuertos.
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