El país donde ya se construye el gran aeropuerto de drones es Ruanda, la cual ayudará a distribuir productos farmacéuticos. Las operaciones empezarán en 2020.
El futuro es hoy. Las nuevas tecnologías están demostrando en la actuliadad que ya nada parece lejano e imposible. Tanto que es posible imaginarnos que pronto existirán granjas verticales, tubos en vez de vías de trenes, casas intelignetes y hasta aeropuertos de drones… esperen, de hecho esto último ya es una realidad en el país africano Ruanda.
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Sí, aunque usted no lo crea la compañía británica Foster and Partners ha comenzado a construir un droneport en Ruanda, la cual estará en operaciones a partir de 2020. El objetivo de este megaproyecto que está en ejecución es crear una red de estas instalaciones para mejorar la distribución de fármacos y de sangre en zonas de difícil acceso mendiante estos aviones no tripulados.
Así, con alas de tres metros, los drones serán capaces de transportar una carga de hasta diez kilos y, más adelante, contará con otra línea apta para el transporte de materiales de hasta cien kilos.
En cuanto al terminal aéreo, su instalación, diseñada como una sucesión de bóvedas, se está levantando con arcilla, un material local muy económico. Según la compañía británica, la cual es liderada por el arquitecto Norman Foster, los droneports serán también centros de fabricación de drones, generando empleo para la población local.
“Teniendo en cuenta que el 80% de los envíos pesa menos de dos kilogramo (…), creo que el uso de drones como vehículo de transporte de paquetes podría suponer grandes beneficios en tiempo y coste de los envíos”, aseguró el empresario.
De otro lado, el droneport incluye una esfera con diferentes hangares, donde se ubicarán los aviones no tripulados. El proceso -explica el arquitecto- comienza en las centrales de tránsito de las empresas (Correos, Seur, DHL, etcétera).
Desde allí se trasportan los paquetes al Urban Droneport y estos son elevados hasta la segunda planta, donde se etiquetan y clasifican según el destino. Posterior a ello, una red de cintas transportadoras y ascensores hacen llegar el paquete hasta el hangar específico donde se encuentra el dron que realizará la entrega correspondiente.
“No requerirían un piloto para manejarlos en directo. Sin embargo, de todas maneras está diseñada una sala de operadores que entrarían a tomar el control del dron en una situación de emergencia o necesidad”, finalizó. Así que no se extrañe estimado lector si un drone llegue hasta la puerta de su casa para entregarle una encomienda, es el futuro que le acaba de tocar a la puerta.
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