Azpitia, prodigiosa meseta con un panorama único del río Mala. Excelente lugar para pasarla en familia, tranquilo y con todas las comodidades.
Álvaro Rocha
Era una mañana hermosa, de una levedad azul que erizaba los pelos. Gabriela sacaba media cabeza por la ventana: el viento jugaba con su pelo. “Ya huele a chacra, a verde”, dijo. Y allí estaba, el valle de Mala en todo su esplendor. Diez minutos después aparcamos en la plaza del simpático pueblo de Santa Cruz de Flores, afamado por sus bodegas de piscos y vinos, y por sus enormes tamales de a kilo de puro maíz blanco y carne de chancho.
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Desayunados y satisfechos, trepamos la breve cuesta que conduce a Azpitia, anexo de Santa Cruz de Flores, que desde hace apenas una década era un destino desconocido para los limeños. Y este pueblecillo, al que antes solo se iba en burro, se volvió en un boom turístico casi de la noche a la mañana. Pronto, las 4×4 fueron parte del paisaje.
Y es que posee una ventaja indiscutible: la prodigiosa vista que se tiene del valle de Mala. Al filo del barranco que se empina sobre el río, se han levantado decenas de restaurantes. Y entre las tradicionales casas de adobe se aprecian acogedores hostales. Vimos ciclistas, entusiastas sobre cuatrimotos y caballos. Pero el ambiente no deja de ser tranquilo. Gabriela estaba radiante. Sus ojos negros parecían absorber toda la luz del valle.
En rumbo:
Cómo llegar: A la altura del Km. 80 de la Panamericana Sur desviarse a la izquierda, tomar la Panamericana Antigua hasta San Antonio, antes de arribar a Santa Cruz de Flores y Azpitia.
Alojamiento: El Romeral. Apartado, tranquilo, piscina. 17 camas. T. 368-0735
El Mayoral. Cerca de la plaza, piscina, canchas de frontón y tenis, juegos para niños. 80 camas. T. 224-2448
Gastronomía: En esta época todavía hay veda de camarones, pero a partir de abril puede disfrutar de platillos en base a estos crustáceos. Sin embargo, la oferta culinaria es variada: arroz con pato, chita frita, gallo al vino y chicharrón maleño. Restaurantes recomendados: Balcón del Cielo, La Huerta de mi Amada, El Mirador, Posada del Cielo y La Flor de la Canela.
Imperdible: Visita a la bodega restaurante El Sarcay de Azpitia, previa llamada al teléfono 266-4626. Acudir a tradicional vendimia a fines de marzo.
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